De la corrupción y del desarrollo

EDUARDO CHIRIBOGA APONTE

Con recelo se aprecia en organismos internacionales, que el exPresidente se las ingenia para usarlos y obtener una tribuna donde desvirtuar todos los crímenes y hurtos que cometiera durante su gestión. Aun luego de abandonar el poder, al parecer sigue haciendo de las suyas. No acude al llamado de la justicia en repetidas ocasiones, cualquier prueba contundente que lo señala como vinculado a varios delitos, la considera una persecución política; lo dictaminado por el Fiscal General y por jueces, carece a sus ojos de validez…en síntesis, sigue con lo de siempre, descalificando al contrario y burlándose del que opine lo contrario.

Y mientras eso ocurre, observamos con indignación casa adentro, solo declaratorias líricas sobre la lucha contra la corrupción. La cirugía mayor al parecer no tiene bisturí. Y las condiciones socio económicas en que quedó al país continúan conspirando para que el nuevo modelo de desarrollo económico despegue. Los entendidos en el tema, casi sin excepción, sostienen que el irrito sistema de estatismo, acaparamiento de todas las instancias del poder, y el despilfarro con endeudamiento agresivo, arropado por una corrupción generalizada, solo puede acercarnos a la designación de ser un estado fallido. Y todo esto, bajo el mando de un sicópata que aspira a regresar al poder, para convencer a las masas de que aquí no ha pasado nada.

Y además de esta tragedia, de cuyo final nadie quiere perderse, ya en la parte del aparato productivo, vemos que a pesar de los incentivos que se han aprobado a favor del sector generador de empleo, se está dando un fenómeno peligroso. Por un lado, el Estado trata de amenorar su gasto en inversiones, que las hacía atreves del sector privado, donde se fraguaban los más escandalosos sobre precios; y por otro lado, los inversionistas privados aun no sienten las condiciones para que la inversión nacional y extranjera, fluya de manera esperada por el país.

No todo son las leyes. Falta el ambiente favorable. La flexibilidad laboral ayudaría mucho. La justicia no termina de trasmitir confianza al inversionista; el gasto corriente sigue creciendo; el agro sigue sin políticas de Estado…Amanecerá y veremos.

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