Ecuador tiene un colibrí de pecho azul

(Foto: Inabio)
(Foto: Inabio)

La nueva especie, llamada Oreotrochilus cyanolaemus (‘estrella de garganta azul’), fue descubierta de forma inesperada en 2017 en una visita al cerro de Arcos, en El Oro. Francisco Sornoza, uno de los investigadores asociados del Instituto Nacional de Biodiversidad (Inabio), registró una fotografía intrigante: un macho joven, claramente asignable al grupo de los colibríes ‘estrella’ (género Oreotrochilus), pero cuya identidad era difícil de determinar.

Pocos días después, en la misma zona, fue captado un macho adulto; una semana más tarde –y hasta mayo de 2018– varios machos y hembras fueron observados, grabados y estudiados para fines científicos, en esa y otras localidades cercanas a Zaruma y Loja, informó el Inabio.

El reciente hallazgo fue publicado el 26 de septiembre en la Revista ornitológica The Auk – Ornithological Advances. (CM)

Estudios
Esta especie, muy emparentada con el colibrí estrella de cabeza verde (Oreotrochilus stolzmanni), que vive en el norte de Perú y el sur de Ecuador, y que tiene la cabeza y la garganta verdes, es un descubrimiento extraordinario, ya que la última especie de ave hallada en el país fue en el año 2000.

Descripción
El nuevo colibrí, con el que Ecuador tendría 131 especies, tiene la cabeza verde y su garganta es azul profundo, una característica única que la distingue de las otras seis especies de estrellas descritas hasta la fecha. Es endémico de El Oro y Loja, porque solo ha sido reportado en esa zona.

En peligro
Debido a que esta especie vive en un área muy pequeña, donde la degradación y reducción del hábitat por la quema del páramo, la agricultura, la ganadería y las concesiones mineras, se lo ha clasificado como ‘En Peligro Crítico’. Así, la Fundación ecuatoriana EcoCiencia, con el apoyo de otras organizaciones, ejecutará acciones de conservación.

Descubridores
El equipo de investigación está conformado por Francisco Sornoza, investigador asociado al Inabio; Juan Freile, del Comité Ecuatoriano de Registros Ornitológicos; Jonas Nilsson, de Wild Sumaco; Niels Krabbe, del Museo de Zoología de la Universidad de Copenhagen; y Elisa Bonaccorso, del Instituto Biósfera de la Universidad San Francisco de Quito.