Pilahuin, un hermoso y frío rincón

PATRIMONIO. Las casas con más de 100 años de construcción son uno de los atractivos. (Foto: Archivo)
PATRIMONIO. Las casas con más de 100 años de construcción son uno de los atractivos. (Foto: Archivo)

El pueblo con su historia y el entorno natural convocan a turistas a disfrutar.

A 25 minutos de Ambato (Tungurahua), en las faldas de los volcanes Carihuayrazo y Chimborazo, se encuentra Pilahuin, una parroquia que guarda sabores, colores y aromas en medio de costumbres y tradiciones que han mantenido hasta ahora la mayoría de sus pobladores, indígenas del pueblo Chibuleo.

Aquí llama la atención las 70 casas patrimoniales, antiguas construcciones de adobe, paja, teja y madera, con más de 100 años, que adornan el centro del poblado. Unas sirven de vivienda y otras se han convertido en restaurantes y negocios que venden artesanías.

La belleza de la parroquia se complementa con las montañas y el paisaje que le rodea y en el que aún se encuentran bosques nativos de yagual, que son pequeños árboles y arbustos. Este gran espacio natural sirve como hogar a venados, conejos y varias especies de aves.

Visita interna
Al recorrer la parroquia se conoce que en una de sus casas patrimoniales funcionaba la fábrica de gaseosas ‘La Victoria’, bebida que tenía mucha demanda, y por los años 30, en que se creó, repartían el producto a lomo de burro y caballo.

También había la fábrica de vinos de César Montesdeoca, llamada ‘Paico y Néctar’, de la que quedan solo los letreros, la maquinaria fue vendida como chatarra.

La iglesia de San Lucas de Pilahuin, levantada a un costado del parque central, fue construida en 1.800 por los mismos habitantes y hoy está considerada dentro del Patrimonio Cultural Histórico, por las pinturas e imágenes talladas en madera y los utensilios utilizados para la celebración de la misa, todos herencia de la época colonial.

Contacto con la naturaleza
Para disfrutar de lo que rodea a Pilahuin y sentir el helado viento en el rostro, hay que ir a Las Cochas, al pie del Carihuayrazo, donde hay senderos para disfrutar de caminatas.

En el páramo hay comunidades, como Yatzaputzan (Patococha) y Pucará Grande que a través del turismo comunitario permiten conocer su día a día y lo que hay en el entorno. (CM)