Venta de cargos

Franklin Barriga López

Hizo muy bien Elizabeth Cabezas cuando solicitó a la Fiscalía investigar de oficio supuestos actos reñidos con el transparente desempeño de asambleístas.

Ciertamente, algunos legisladores dejan bastante que decir por su falta de preparación, politiquería o cinismo. Hay que reconocer, por otro lado, que también hay personas que sobresalen por su integridad ética y aportes a las funciones que cumple ese importante poder del Estado. Los primeros mencionados son los que desprestigian a la política que no debe estar en manos de patanes, corruptos o farsantes.

Se ha dicho que la intención de la Presidenta de la Asamblea con el indicado proceder, que responde a honrosa resolución legislativa, consiste en sentar precedentes para que se sancione a los que han cometido actos indebidos, concretamente en lo que se refiere a la venta de cargos y al pago de lo que se ha dado en llamar “diezmos”, es decir un tanto por ciento de sus sueldos a quienes han alcanzado nombramiento y trabajan junto a esos indignos parlamentarios, para su estabilidad laboral.

Asimismo, es del caso resaltar el pedido de un honorable asambleísta para que se entregue a la Contraloría, incluso a la Unidad de Análisis Financiero y Económico (UAFE), la investigación del patrimonio actual de ciertos compañeros suyos de curul. Se comenta que algunos de estos llegaron a tan alta función en bus de servicio público y que ahora son dueños de lujosos vehículos y, entre otros bienes, costosas propiedades, haciendas de valor millonario, inclusive. Para su efectividad, obviamente, las denuncias deben estar fundamentadas a fin de evitar especulaciones maliciosas.

¿Qué puede pedirse si no brilla la honradez en el Parlamento? El espíritu de cuerpo jamás debe servir para amparar pillerías, por eso se destaca lo mencionado.

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