Un manicomio en Washington

Ugo Stornaiolo

Quien conoce a Bob Woodward sabe que, con Carl Bernstein, jóvenes promesas del periodismo en 1973, desvelaron en el Washington Post el escándalo de espionaje de Watergate, ocasionando un año después, la caída del presidente Nixon.

Woodward no es cualquier periodista. Su nuevo libro ‘Fear’ (Miedo, en inglés) a la venta desde el 11 de septiembre, evidencia la impreparación y caos que rodean al presidente. El periodista entrevistó a varios funcionarios de la Casa Blanca.

“Es un idiota. Esto es un manicomio. Es el peor trabajo que he tenido nunca”, sostiene el jefe de Gabinete, general John Kelly, quien amenazó renunciar algunas veces. Esta declaración, que aparece en el libro, fue desmentida por el propio Kelly y el secretario de Defensa Jim Mattis.

Otro testimonio del libro revela cuando Trump insulta a Jeff Sessions, Fiscal General, a quien califica de “retrasado mental”. En otra parte, Trump llama por teléfono a Mattis, tras un ataque sirio con armas químicas y le anuncia, “vamos a matar a todos”, aludiendo al presidente Assad.

Mattis no está conforme con la actuación del presidente. “Actúa como un niño”, dice. Trump declinó dar declaraciones para el libro, pero tras conversar con Woodward, aseguró: “Me hubiese encantado participar”.

Se añade el artículo anónimo de un funcionario de la Casa Blanca, publicado en el New York Times, que dice: “Trabajo para el presidente pero como otros colegas, he prometido boicotear partes de su agenda y sus peores inclinaciones. La raíz del problema es la amoralidad del presidente con su estilo impetuoso, conflictivo, mezquino e ineficaz”, según el texto.

El presidente tildó de “traidor” al funcionario y ordenó una investigación para saber la identidad del personaje. Para completar, un fotógrafo de la Casa Blanca reveló haber trucado fotos de la posesión presidencial en 2017. No es la primera vez que cercanos al mandatario –algunos fuera del gobierno- lo critican y señalan su inestabilidad e incapacidad para gobernar. Con miras a las elecciones de medio período en noviembre, son bombas de tiempo que amenazan el futuro político de Trump.

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