La meningitis trae consecuencias graves si no es controlada a tiempo

CONSECUENCIAS. La meningitis puede causar sordera y lesiones cerebrales. (Foto: Archivo)
CONSECUENCIAS. La meningitis puede causar sordera y lesiones cerebrales. (Foto: Archivo)
AFECTACIÓN. La población infantil es más vulnerable a sufrir esta infección. (Foto: Archivo)
AFECTACIÓN. La población infantil es más vulnerable a sufrir esta infección. (Foto: Archivo)

Niños y adultos mayores son más propensos a sufrirla. La falta de atención genera complicaciones irreversibles.

Las meninges son membranas que cubren el cerebro y el sistema nervioso, se encargan de evitar la entrada de microorganismos y genera el líquido cefalorraquídeo, que protege a la médula espinal y el cerebro de posibles golpes y otros daños, explicó el médico internista David Larreátegui, jefe de infectología del Hospital Carlos Andrade Marín (HCAM).

Pero las meninges pueden inflamarse debido a virus, bacterias, hongos o tuberculosis y requiere de pronta atención para evitar daños más graves como retardo mental, retardo de crecimiento cerebral, problemas conductuales y otros.

Una infección respiratoria bacteriana, sinusitis viral, enfermedades autoinmunes como VIH, diabetes, hipertensión no controlada, obesidad son la oportunidad adecuada para que las bacterias ingresen con facilidad en las meninges, se multipliquen con rapidez dentro del líquido cefalorraquídeo, debido a la glucosa y nutrientes que tiene.

Las causas
Esto hace que aumente la presión del líquido cefalorraquídeo, causando dolores de cabeza con varios días de duración que no ceden con analgésicos, y fiebre. Si este proceso no es tratado adecuadamente, se convierte en una inflamación cerebral que ocasiona cortocircuitos y convulsiones en el paciente. “Llegar a tener convulsiones es la parte final de la enfermedad y puede ser mortal. Lo ideal es controlarla al inicio”, dijo el especialista.

La meningitis viral es la más común, seguida de la bacteriana, informó. Esta última puede ser ocasionada por los virus entéricos que afectan el intestino y producen diarrea, debido a que ingresan por la boca y se diseminan por la sangre hasta llegar al líquido cefalorraquídeo; las bacterias como el estreptococo y el meningococo (neisseria meningitidis), los hongos y la tubérculosis también pueden causar la enfermedad.

En los niños es frecuente la meningitis vírica que puede ser causada por la varicela, la gripe, el herpes o el sarampión, mientras que en el adulto mayor influye la bacteria Listeria monocytogena, que llega a las meninges a través de la ingesta de alimentos y lácteos no pasteurizados; en tanto que en los pacientes con VIH, la infección meníngea más común es la tuberculosa que genera infección.

Prevención
Larreátegui aconseja que todo proceso infeccioso respiratorio alto sea controlado de inmediato por un especialista, no automedicarse y no “aguantarse el dolor de cabeza”.

Con la automedicación los pacientes “tapan los cuadros” y llegan a las casas de salud cuando ya han hecho crisis convulsivas que no se controlan. Estas crisis tienen secuelas graves con la que los niños tendrán que vivir toda la vida con el consecuente gasto económico para la familia y la salud pública.

El diagnóstico se lo hace obteniendo una muestra del líquido lumbar y se lo analiza a través de la técnica llamada Análisis de biología molecular de gérmenes meníngeos, con la que cuenta el HCAM, y que permite obtener resultados en aproximadamente dos horas, comentó el médico.

En cuanto al tratamiento, explicó que dependerá de la causa: si es bacteriana se trata con antibiótico; si es viral solo amerita observación; si es micótica se usa antimicóticos y si es tuberculosa se receta medicamentos conocidos como antifimicos. (CM)

Secuelas catastróficas
° Las consecuencias, dependerán de la localización, el grado de inflamación, la presencia o no de convulsiones. En ocasiones pueden ser muy graves, advirtió el jefe de infectología del Hospital Carlos Andrade Marín, David Larreátegui.

Es una de las enfermedades más peligrosas en la edad infantil, porque puede dejar graves secuelas e incluso poner en peligro la vida del pequeño, debido a que su sistema inmunológico todavía no está del todo desarrollado y es más vulnerable a las infecciones, advierte.