Aproximaciones

FAUSTO MERINO MANCHENO

Según un detallado estudio científico publicado en 2005, auspiciado por las Naciones Unidas, la Dirección Nacional de Defensa Civil y la Escuela Politécnica del Ejército (Cruz De Howitt y colaboradores ‘Riesgos de tsunami en la costa ecuatoriana’) se puede deducir con bastante aproximación que, en la provincia de Esmeraldas hay varios sitios de ‘Riesgo Muy Alto’. Allí constan Vainillita, La Bocana del Ostiones, la ciudad de Esmeraldas, Tonsupa, San Francisco, Muisne y Las Manchas, y con ‘Alto Riesgo’, Las Peñas, La Tolita, Atacames, Castelnuovo, Súa, Same, Casa Blanca, Tonchigüe, Las Piedras y Achilube. Los investigadores tomaron en cuenta numerosos factores para hacer esta aproximación investigativa.

De manera que, en lo concerniente al decreto de Rafael Correa exclusivamente sobre Muisne, resulta casi una dedicatoria. Si se produjese un tsunami causado por un terremoto mayor a 6.5 de magnitud con epicentro en el fondo marino cercano y si se diese la coincidencia de que fuere en tiempo de alta marea, las olas serían altas y destructivas. Todos los pobladores de los lugares enumerados, incluidos en Esmeraldas los de las islas del estuario, los de las orillas del Esmeraldas, los del barrio Las Palmas y alrededores de los puertos, podrían ser afectados.

Calculan otros estudios que, en el caso antes indicado, la primera ola podría llegar entre 7 y 12 minutos de ocurrido el sismo. ¿Podrá el Inocar, La Politécnica Nacional y la Secretaría de Riesgos, advertir con la debida anticipación la posible presencia de un tsunami de la característica anotada? Sería aconsejable la recomendación de que al sentir un sismo fuerte, los pobladores de esos sitios salgan ordenadamente en pos de una zona de protección, sin esperar la tal emisión de una alerta.

En Muisne, las cosas se complican. Los pobladores de la isla demoraríamos en caminar hasta un sitio alto y seguro mucho más de 20 minutos. Incluso, los del área continental, también establecidos en zona de ‘Muy Alto Riesgo’ (barrios de El Relleno) tendrían que acelerar su salida a sitios de protección para evitar el oleaje. Es obligación de la Secretaría de Riesgos y del Comité de Reconstrucción, construir en la isla por lo menos unas cuatro torres de protección, altas y seguras, para en caso necesario albergar con prontitud a los isleños.

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