Cartilla para padres

Fabián Cueva Jiménez

Se inicia la actividad educativa en la Sierra y Amazonía. Aparte de las emociones de sus agentes principales, no hay cambios estructurales, desde un Ministerio que debe ser innovador y creativo permanentemente. Las reformas a la Ley Orgánica de Educación Intercultural y su reglamento para mejorar la calidad, debieron ser oportunas y antes de las de educación superior.

La inercia normativa debe ser combatida con la construcción de prácticas educativas dinámicas, desde la sociedad y sus miembros, según los tiempos, conocimientos y experiencias. De simples actividades transformarlas en acciones concretas, metódicas, filosóficas para empujar y construir en escenarios reales.

Cartillas para padres, alumnos, maestros y autoridades es la sugerencia, cuadernos impresos para su divulgación, relacionados entre sí, orientados a enriquecer el entendimiento de los procesos educativos.

Decirles a los padres que no hay escuela ni colegio perfecto, que hay diferencia entre enseñar y educar, y referirse a sus derechos a pedir respeto, gratuidad, no discriminación, información permanente, análisis de acciones disciplinarias, el progreso académico, espacios para no guardar silencio y participación como auditores de acciones administrativas y pedagógicas equivocadas.

Aconsejarles para no ejercer el rol de maestros en los hogares, ni sobre estimular a sus hijos. Focalizarse solo en los estudios, prometer premios exagerados, vincular las tareas al castigo, no exigir prisas en el aprendizaje e irrespetar el proyecto educativo del colegio. No comparar el modelo actual con el que fue educado y cuestionar a los profesores en presencia de los hijos.
Hay que bajar a la realidad, dijo el Ministro, pero los burócratas no saben y no quieren, viven todavía el “festín del marasmo”.

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