Migración y salud: ¿derecho?, ¿amenaza?

Pablo Izquierdo PInos

En la Maternidad de Quito se agotó parcialmente la vacuna (RhoGAM) que administrada a las mujeres Rh negativas a las 28 y 34 semanas de embarazo detiene la formación de anticuerpos y la enfermedad hemolítica del recién nacido. Esto, por un alto porcentaje de control a mujeres venezolanas embarazadas.

Un reportaje mostró una paciente en silla de ruedas con una enfermedad catastrófica, feliz por llegar a Ecuador. Otro, anhelaba controlar su diabetes ante la falta de medicamentos en Venezuela, decía. Somos un país solidario. No podemos ser insensibles ante la fuga de cientos de miles de seres humanos que huyen del hambre, la pobreza y la enfermedad. La salud es un derecho. Nuestra Constitución y leyes migratorias los protegen.

No existe ningún tipo de restricción para que las personas extranjeras reciban atención médica. Pero, ¿estamos preparados? Frente a una población que presenta rasgos de mayor vulnerabilidad.

En etapas iniciales del proceso migratorio, quienes se dirigían a nuestras grandes ciudades eran jóvenes profesionales. Ahora vemos concentraciones de adultos con menores niveles educativos, asentados con sus hijos en barrios marginales. Si el cambio de país genera una serie de intranquilidades que afectan la salud de los recién llegados.

Un nuevo medio social y cultural, la separación de sus seres queridos, la precarización laboral, la trata de personas, genera sin duda enfermedades físicas y psíquicas. El masivo movimiento internacional de personas es un agente potencial de transmisión de enfermedades infecciosas.

Sería importante que el ente rector en Salud realice un análisis sobre el acceso a los servicios sanitarios y la atención en el caso de la población venezolana en el Ecuador. Esto permitirá identificar las principales problemáticas que enfrentan los efectores y el sistema de salud ante la demanda de esos inmigrantes. Hay que cuantificar los gastos en salud dispensados a esa población frente la población nativa y transparentar el origen de esos fondos en un país en crisis como el nuestro.

[email protected]