Esperen a ver como queda

Rocío Silva

Sí, ahí está la construcción de la costra de cemento, de la actual administración municipal de Ambato, en los taludes del sector de Las Dalias del parque El Sueño obra que no contó con los estudios de hidrología e hidromorfología, así como tampoco tomó en consideración el permiso correspondiente de la autoridad única del agua y rectora de la gestión de los Recursos Hídricos, Senagua.

Sí, existen informes de los hidrólogos e ingenieros hidráulicos de Senagua, sobre la velocidad del río; sí, ahí está esa costra monstruosa de cemento que cubre las riberas del río en el sector. Ahí está, como estará en la entrada norte, para cada día y noche decirnos a gritos a los ambateños y ambateñas, que hubo una administración municipal que no le importó para nada la alteración al paisaje; que le bastó esgrimir los más pobres argumentos retóricos y vacuos de embellecimiento y seguridad.

Sí, recordaremos la intervención conceptual del procurador síndico del Municipio, sobre la no existencia de la necesidad de sacar el debido permiso para trabajar en las riberas del río, porque a criterio de la administración municipal, intervenir las riberas no es intervenir en el río. De nada sirve aclarar que el río no solo está constituido por un flujo de agua; sino que también es parte del medio natural en el que viven innumerable cantidad y formas de vida, que el río tiene piedras y riberas.

Sí, la Municipalidad de Ambato ha sembrado unos pocos árboles de especies nativas en la ribera del río, con la intención de compensar los eucaliptos de más de 70 años que fueron talados a guisa de un riesgo, del cual no se conoce ni inventario, ni informe técnico, ni destino de la madera talada. Por lo visto, siguen pensando que es mejor el macetero a la naturaleza y el plástico a los árboles. Sí, nos dijeron que esperemos a ver cómo queda; y no, no mismo, no podemos estar de acuerdo con el daño causado, el río Ambato, su vida y nuestra historia han sido agredidas.