Creo que tenía 11 años cuando leí por primera vez Diario La Hora. Recuerdo que yo jugaba en El Nacional y me hicieron una nota muy bonita, incluso guardo todavía esos ejemplares en cuadros. Fue una portada que decía algo así como ‘Pichón de crack’. Fue chévere.
Hoy por hoy, me están saliendo las cosas bien, estoy en el tricampeón Emelec, aunque he pasado cosas duras, como lesiones que me han restado minutos de juego. Ya no soy una promesa, soy una realidad, pero estoy esperando esa puntada final, ese salto en mi carrera deportiva.
Llegar a la ‘Tricolor’, más allá de cualquier cosa, es dar mérito a mis condiciones. Hay jugadores que nacen, otros se hacen y yo me hago todo los días con entrenamiento invisible, que puede no notarse.
Todo el mundo me ha metido en la cabeza estar en sudamericanos, en mundiales, estar en Europa, cotizarme en millones y uno llega a tener esa presión. Me he sentido sofocado y aburrido de pensar cómo me veo en dos o cinco años, ahora voy paso a paso.
Extraño mucho la capital, donde me inicié como jugador y donde quisiera radicarme, no ahora, quizás en unos 10 años. Allá están mis amigos de infancia, me gusta el frío, creo que no me llevo bien con el calor.
La Hora estuvo desde los inicios de mi carrera, creo que me guiaron, así que estaré eternamente agradecido. El Diario apuesta por nuevas promesas del deporte. Capaz que en ese momento en que me entrevistaron por primera vez, no imaginaron que Joao Rojas llegaría a un club grande. Les deseo lo mejor y espero que sigan formando parte de mi carrera.