La inflación negativa y el alza de insumos provocan problemas de competitividad y pérdidas para los empresarios.
“Estamos pasando un periodo de transición donde la economía se está sincerando luego de una década de un crecimiento ficticio impulsado por la deuda. Eso se refleja en los precios al consumidor y en los costos de producción, por lo que muchas empresas deben trabajar con menos ingresos, o incluso a pérdida”. Así Felipe Romero, pequeño empresario alimenticio, explicó la situación actual de la producción nacional.
Con el último mes, ya suman nueve los meses de subida continua del índice de costos de los insumos que se requieren para producir en el país. Esta realidad, según analistas y empresarios, configura una situación de menor competitividad y rentabilidad, que se podría profundizar si la economía termina creciendo 1% o menos del Producto Interno Bruto (PIB).
Crece el consumo
La variación anual del Índice de Precios al Productor (IPP) creció un 1,73 %, según información del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), la variación de los precios al consumidor se ubicó en el -0,57%, con lo que se acumulan 11 meses de inflación negativa. Además, según el mismo INEC, aunque el consumo de los hogares sigue creciendo, y todavía evitando un parón más fuerte de la actividad económica, ya no lo hace en los niveles de la década pasada, cuando estaba impulsado por el creciente gasto público.
“Muy golpeados”
Cristian Cisneros, director ejecutivo de la Cámara de la Pequeña y Mediana Empresa de Pichincha (Capeipi), comentó que la actividad económica continua muy golpeada, y todos los días se puede constatar el cierre de emprendimientos porque no pueden soportar el nivel de precios y costos actuales.
EL DATO
El sector agrícola, que incluye silvicultura y pesca, registró el índice más alto de precios al productor, seguido de la industria de alimentos y bebidas. “No solo el productor es el afectado, también los intermediarios como los distribuidores mayoristas y minoristas.
Esto afecta directamente la capacidad del sector privado de generar más fuentes de empleo, tanto directos como indirectos”, contó Romero.
Los sectores del agro, la pesca, y ciertas industrias manufactureras como alimentos, bebidas, textiles, prendas de vestir y productos de cuero, son los más afectados con aumentos de costos de los insumos.
Caen los ingresos y sube el desempleo
° Viviana Luque, microempresaria en el negocio de la confesión de prendas de vestir, aseveró que los altos costos y la desaceleración del consumo de los hogares afectan de mayor a los negocios más pequeños, que no tienen posibilidad de mejorar sus márgenes con aumento de la producción.
“En mi caso, desde mediados de 2016, he visto cómo los márgenes de ganancia han ido bajando. Ahora tengo menos del 50% de los empleados que mantenía en 2014. Además, mis ingresos han caído más del 30%, mientras mis costo siguen subiendo”, dijo.
Por su parte, Verónica Mena, experta tributaria, puntualizó que la disminución de precios es el resultado de al menos dos factores. “Por un lado, la economía ecuatoriana creció artificialmente su demanda, por lo que los precios subieron mucho en la última década. Y eso trae varios problemas”.