Galo Lara: mis denuncias están comprobadas

DECLARACIÓN. Lara asegura que sus manos no están manchadas de sangre.
DECLARACIÓN. Lara asegura que sus manos no están manchadas de sangre.

Ahora en libertad, el dirigente político asegura que tiene una misión que cumplir a petición del asesinado excomandante de la FAE, Jorge Gabela.

Redacción GUAYAQUIL

Desde que dejó la Cárcel Regional 8, Galo Lara, dedica su tiempo a la recuperación de su salud y a retomar el trajín de hombre libre, después de 4 años de permanecer en la sombra.

En el inicio de esta semana, el político que luce delgado y con un aspecto físico un tanto avanzado en años, acudió a un conocido dermatólogo de Guayaquil, para tratarse de una afección al cuerpo por el agua del penal que usaba para bañarse. Ese día, el especialista que además es su amigo, lo revisó y le proporcionó medicamentos sin cobrarle un dólar por la consulta y los fármacos necesarios.

Lara se retiró del sitio despidiéndose del galeno y las personas que esperaban una consulta. Unos lo miraban con asombro y otros con sonrisas. El guardia del centro médico le dio la mano diciéndole…“¡maestro!”.

A bordo del vehículo que es parte del patrimonio que aún le queda, el celular no dejaba de sonar con llamadas de amigos invitándolo a su Quevedo natal y también de medios de comunicación de la provincia de Los Ríos, que buscaban su reacción después del presidio.

Sin revanchas
El recuerdo de todo lo vivido en la época del gobierno de Rafael Correa, aún invade la mente del exlegislador; sin embargo, insiste que no entrará en revanchismos, más aún, cuando “todos sabemos que los tiempos de Dios son perfectos”.

De ahí el agradecimiento “a Dios y a la doctora Lourdes Tibán por ser una de las gestoras de mi liberación. Tampoco puedo olvidarme de ese gran tsáchila Ángel Gende, por ser quien pidió mi indulto, aunque el presidente Lenín Moreno nunca se enteró de esa petición”.

La trama
Galo Lara recuerda que la trama que terminó con su encarcelamiento se organizó en una hacienda de Babahoyo, propiedad de un exministro de Obras Públicas, a quien en su momento lo acusó por la contratación de obras viales con sobreprecios. “Qué hacemos con Galo Lara…se preguntó Correa… Yo sé cómo hacerlo… respondió ese exministro…”, indica, mientras añade que después de eso sacaron de la cárcel “un falso positivo” como testigo protegido con el fin que este pudiera acusarlo ante la Corte de Justicia como responsable en los hechos de Quinsaloma.

“En la cárcel, antes de comer, ponía mi mano sobre los alimentos y oraba a Dios dándole gracias por la comida”, se emociona, suelta unas lágrimas y en medio de ello invoca a Villacís y Vera, dos compañeros de infortunio que le confeccionaron una hamaca al interior de la celda.

CREYENTE. “Los tiempos de Dios son perfectos”, sostiene el político. Aquí a la salida de la Corte Nacional de Justicia.
CREYENTE. “Los tiempos de Dios son perfectos”, sostiene el político. Aquí a la salida de la Corte Nacional de Justicia.

Sin sangre en las manos
Lara refiere que sus manos no están manchadas de sangre y que su caso fue un hecho de evidente persecución política por decir que “Correa protegía la corrupción desde Carondelet. Usted ve que el tiempo me ha dado la razón en las denuncias que presenté, recuerdo que los radares chinos los hicieron funcionar cuando acudí a una inspección en mi calidad de miembro de la Comisión de Fiscalización”.

Denuncias comprobadas
Añade que todas sus denuncias fueron comprobadas y muchas de ellas sentenciadas como el caso Odebrecht y Petrochina. “El petrolero de Carondelet tenía un grupo de negocios formado por Vinicio (Alvarado), Rafael y Nilsen Arias. Estos actos fueron el origen para esta inhumana persecución política”, indicó.

En agosto del 2011 fue el crimen de Quinsaloma, en diciembre del 2012 lo declararon inocente y en diciembre del 2013, después dejar su curul, vino la condena de 10 años por complicidad en el hecho antes descrito y por ende el asilo en Panamá, que después fue derogado a petición del gobierno ecuatoriano.

A cambio de un barco
“Cuando pidieron mi extradición me reuní con funcionarios del gobierno panameño debido a la presencia de representantes ecuatorianos que habían llegado a tocarles la puerta. Ellos negaron la petición del Ecuador”, sostuvo.

Acota que después de la salida del presidente Martinelli, el nuevo régimen panameño accedió a la extradición a cambio de un lujoso barco.

Nada que comprobar
“En el caso Quinsaloma nunca hubo nada que comprobar a Galo Lara, Carolina Llanos y Gilbert Llanos. Hoy voy a luchar por ellos porque son inocentes y están injustamente condenados. He solicitado a la doctora Lourdes Tibán que presente las pruebas forjadas y se investigue a los jueces y fiscales que se prestaron a esto”, explicó.

“Mis manos no están manchadas de sangre, yo no he ordenado a nadie la muerte de alguien, a mí me montaron esto ordenado desde Carondelet”, reiteró.

Dice que todos los maltratos que sufrió fueron perpetrados por funcionarios del gobierno de Rafael Correa. “Me quitaron el medidor de azúcar y presión, mis zapatos, mi Biblia, no es justo”, dice mientras suelta más lagrimas.

Dijo que a él sí le mataron un hijo que estaba en el vientre de su mujer, Carolina Llanos, a quien tras golpearla en prisión le provocaron un aborto.

Caso Gabela
Lara, mientras cuenta su odisea, se dio tiempo para decir que tiene una misión que cumplir. “Yo tengo una misión que el general Gabela me entregó antes de morir y cumpliré su pedido apenas las autoridades me la requieran”, dijo.

En ese sentido, señala que se trata de documentos sobre el caso de los Drhuv y otros relacionados con la persecución que estaba siendo objeto. “Estoy dispuesto a conversar con doña Patricia Ochoa y dispuesto a declarar sobre esa investigación”, anotó.

Después de la respuesta, Lara indica que la primera noche en su casa, durmió solo porque su esposa está lejos al igual que sus hijos. Confiesa que todo le parecía extraño, incluso, hasta la suavidad del colchón y el agua que mojaba su cuerpo al momento de la ducha.

Al final, Cuando La Hora le preguntó si en algún momento observó en el penal la presencia de Jorge Glas Viejó, padre del exvicepresidente Jorge Glas, también preso, Lara señaló que “por mi barrio de prisión…nunca lo pude ver”. (DAB)