El país no ha podido generar las condiciones para que el ingreso por habitante alcance niveles altos de desarrollo.
Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) señaló que Panamá y Chile, con 25,712 dólares y 25,710, respectivamente, son los países con los más altos niveles de ingreso per cápita de la región. Por el contrario, Ecuador, con 6,198,9 dólares, queda incluso por debajo de la media latinoamericana de más de 9.000 dólares.
Aunque desde el 2000, con el inicio de la dolarización, el PIB per cápita del país creció de 1,451 dólares a su pico más alto, en 2014, con 6,396 dólares. A partir de ese año y con más fuerza en 2016, se evidenció una reducción hasta los niveles actuales.
Las razones
Según Rubén Astudillo, economista con experiencia en organismos multilaterales, explicó que a pesar de las inmejorables condiciones externas, que incluyeron precios altos de nuestros principales productos de exportación, no se aprovechó la oportunidad para realizar un cambio estructural de la economía, que hubiera sentado las bases para un crecimiento económico sostenido y equitativo a largo plazo.
“Se hicieron importantes inversiones en infraestructura, pero al mismo tiempo se desincentivó la actividad productiva. Las políticas sociales tuvieron más dinero, aunque es cuestionable la eficiencia y el real impacto a largo plazo”, dijo.
Además, según un estudio sobre movilidad social de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), sociedades como la ecuatoriana, sin estructuras económicas dinámicas y altos niveles de desigualdad, provocarían que los ingresos de las familias pobres tarden hasta nueve generaciones en alcanzar los niveles medios y altos de calidad de vida.
Invertir mejor
A esto se suma que, según datos del Banco Mundial (BM), Ecuador está muy por debajo en el índice de gasto por alumno primario como porcentaje del PIB per cápita. Mientras Perú, Colombia o Bolivia superan con holgura el 15%, el país llega solo al 9%.
EL DATO
El PIB per cápita, ingreso per cápita o renta per cápita es un indicador económico que mide la relación existente entre el nivel de renta de un país y su población.Gabriela Ramos, jefa de gabinete de la OCDE, comentó que “esta situación se puede cambiar con buenas políticas”, que la prueba es que “los países que más han invertido en educación han conseguido más movilidad social” y lo mismo ocurre con la sanidad.
Pero puntualizó que “no es sólo cuestión de invertir más, sino de invertir mejor” en medidas que vayan dirigidas a facilitar la promoción social de los grupos más desfavorecidos, sobre todo con la formación.
Al respecto, Astudillo añadió que el problema de Ecuador ha sido precisamente que la inversión social y productiva no ha ido de la mano, con lo que no solo que el país no crece lo suficiente para repartir más y mejor riqueza, sino que el capital humano no tiene sólidas herramientas de movilidad social. (JS)