Gabriela Alemán: un grito internacional, un eco nacional

Escritora. Llama la atención de los más importantes medios intrenacionales. (Foto: Archivo La Hora)
Escritora. Llama la atención de los más importantes medios intrenacionales. (Foto: Archivo La Hora)

The Paris Review y The New Yorker reseñaron a la autora ecuatoriana. Participa en la Feria del Libro de La Paz.

DAMIÁN DE LA TORRE AYORA

“The New Yorker! Plop! Plop! Plop! (caída libre hacia atrás cual Condorito)”. Con este mensaje, publicado el pasado 31 de julio (16:38), la escritora ecuatoriana Gabriela Alemán compartía en su cuenta de Facebook la reseña que el medio estadounidense le daba a su novela ‘Poso Wells’.

Y, dada la situación, la sorpresa -que hace que ‘caiga de espaldas’- es mayor cuando horas antes la afamada The Paris Review había publicado un artículo sobre el mismo libro, la trayectoria de Alemán como autora y su labor como editora de El Fakir, en el cual también comparte su mirada sobre escritores como César Dávila Andrade.

De igual forma, hay una amplia entrevista en Los Angeles Review of Books (17 de julio de 2018); y hay que recordar que su novela ‘Humo’ fue recomendada como una de las lecturas imprescindibles del 2017 por el New York Times.

El reconocimiento en el extranjero para su trabajo, sorprendentemente, no es nuevo: Alemán fue una de las seleccionadas en la lista Bogotá39 de 2007, como una de las escritoras notables menores de 40 años de edad por entonces; o ha sido finalista del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez (2015). Como dato adicional, en la visita de Jorge Volpi este año como ganador del Premio Alfaguara, el mexicano reconoció que a la única ecuatoriana que ha leído es justamente a ella (incluye hombres y mujeres).

Edición. ‘Poso Wells’ fue traducida al inglés. Está en librerías estadounidenses.
Edición. ‘Poso Wells’ fue traducida al inglés. Está en librerías estadounidenses.

Trascendencia
Gabriela Alemán está a punto de viajar a Bolivia para participar en la Feria Internacional del Libro de La Paz. Son cerca de las 13:30 de ayer y, aunque está en los apuros del ‘check in’ por Internet, revisar la maleta y alistarse para el viaje, se da tiempo para conversar unos minutos.

Tras el auricular, no esconde su emoción: “Estoy contentísima, imagínate”, son sus primeras palabras, para después reconocer que la acogida de ‘Humo’ –publicada por primera vez por Penguin Random House y que hoy se presenta en Bolivia bajo editorial El Cuervo-, ha impulsado mucho más su presencia en el exterior, sobre todo en países como Colombia, Chile, México o Paraguay.

Curiosamente (¿irónicamente?), Alemán parecería ser un eco en nuestro propio país. Es una resonancia desde afuera cuando se piensa en su escasa participación en las ferias de libro puertas adentro o, simplemente, en que ninguna institución y los propios medios de comunicación no visibilicen como se debería estos logros.

EL DATO
Su novela ‘Humo’ fue lectura recomendada de 2017 por The New York Times.Frente a esta realidad, la escritora prefiere no ‘hacerse mala sangre’. “Yo asumo las cosas como se vienen, prefiero alegrarme porque sé que mi familia, mis amigos y muchas personas se alegran de estas sorpresas que te da la vida -dice-. Estoy conciente que falta un repensar desde las instituciones en cuanto a lo artístico, lo deportivo y la vida cultural”.

En medio de la charla telefónica, dada la coyuntura, surgen interrogantes: ¿Habría que repensar el Premio Espejo? ¿Repensar que hay personas como Gabriela Alemán, quien con una pensión vitalicia podría seguir creando sin la preocupación económica? Pero la escritora, al igual que sus libros, sorprende: “Antes de repensar el sentido de los premios, pienso que es hora de discutir por qué no tenemos una Biblioteca Nacional, aunque se diga que existe”.

“No basta con poner un letrero en la Biblioteca de la Casa de la Cultura para decir que hay una Biblioteca Nacional , donde no hay un seguimiento de las publicaciones -continúa-. Esto no tiene solo que ver con la literatura, sino con las artes y con todo el conocimiento. Cómo un investigador puede trabajar si no tiene un lugar donde esté la obra completa de Efraín Jara Idrovo o cómo se trabaja sobre Luigi Stornaiolo si no hay un archivo acerca de todo lo escrito sobre él. Sin una biblioteca verdadera, sin un archivo real, siempre tendremos información inconclusa”.

Repensar
Alejandro Querejeta Barceló, escritor, investigador y periodista cubano (que se desempeña como subdirector de este Diario), se rasca la cabeza y trata de hacer memoria. En sus décadas en Ecuador, donde ha revisado incisivamente el trabajo de Benjamín Carrión, Jorge Carrera Andrade, Alfredo Pareja Diezcanseco, Juan Montalvo, entre otros, no recuerda una atención centralizada en el extranjero hacia un autor ecuatoriano.

“Medios importantes deben haber reseñado algo sobre algún autor ecuatoriano. Sin duda, Carrión (Benjamín) estuvo codeado con toda la intelectualidad de su época. Pero no recuerdo que publicaciones tan importantes se concentren en un determinado tiempo por el trabajo de alguien como ha sucedido estos días con Gabriela, quien es absolutamente la mejor narradora de su generación”, manifiesta.

Publicaciones, efectivamente, tan importantes como The Paris Review, a la que conocemos por memorables entrevistas a personajes como Ernest Hemingway (posiblemente su mejor entrevista), William Faulkner o Boris Pasternak.

También, la realidad de Alemán permite que se haga una reflexión sobre el buen momento de la literatura ecuatoriana que llega desde la pluma de las mujeres. Hay otros ecos, que deberían retumbar mucho más, como Mónica Ojeda, Sandra Araya, Daniela Alcívar, Marcela Ribadeneira, Mariuxi Balladares, Solange Rodríguez, María Fernanda Ampuero…, que parecerían un chirrido entre las instituciones culturales y los propios medios del país.

Perfil

Gabriela Alemán

° Escritora ecuatoriana, nacida en Río de Janeiro. Es autora, entre otros títulos, de ‘Fuga permanente’, ‘Body time’, ‘Poso Wells’, ‘Álbum de familia’, ‘La muerte silba un blues’ y ‘Humo’ (estos últimos premios Joaquín Gallegos Lara, en cuento y novela, respectivamente. Es socia fundadora de la editorial El Fakir. Fue finalista del Premio Hispanoamericano de Cuento Gabriel García Márquez.