POR: Laura Benítez Cisneros
La adolescencia y juventud actual gozan de muchas ventajas, pero al mismo tiempo afrontan dificultades sin precedentes. Las razones de tales inconvenientes es la falta de comunicación con sus padres y la falta de condiciones imperantes para manejar estos problemas por los que luchan los jóvenes de este tiempo y las malas políticas públicas de los gobiernos de turno.
Son múltiples los factores por los que atraviesan y estos son: la tecnología moderna, las películas, la televisión, los acosos, la trata de blancas, la drogadicción, la pornografía, la presión para tener relaciones sexuales, y todo esto lo aprenden por intermedio de las redes sociales.
Los adolescentes y los preadolescentes soportan grandes presiones para llegar a descubrir el sexo y es cuando la mayoría de ellos que salen de la escuela al colegio se les presenta el encanto de la vida, que es la chispita de tener relaciones sexuales, que es una edad entre los 12, 15 y 17 años. Queda muy claro que vivimos tiempos modernos, críticos y difíciles de poder encaminar a nuestros adolescentes dándoles los consejos tan necesarios que nos daban nuestros padres y abuelos.
Durante la pubertad los jóvenes se ven invadidos por una serie de emociones y sentimientos nuevos, con el bombardeo de los medios de comunicación que nos manifiestan que los jóvenes pasan diariamente en un promedio de cuatro horas y media frente a la computadora, según una encuesta estadounidense.
Los jóvenes adolescentes que no tienen una guía y carecen de supervisión pueden meterse fácilmente en problemas, es necesario y urgente que el gobierno vele por la integridad de los jóvenes adolescentes y preadolescentes que son el futuro de la patria.
El bienestar de los demás es del pueblo y para el pueblo.