Rejuvenecimiento vaginal, mejor salud física y sexual

PROCEDIMIENTO. El médico especialista familiariza a la paciente con el equipo láser que usan para este tratamiento.
PROCEDIMIENTO. El médico especialista familiariza a la paciente con el equipo láser que usan para este tratamiento.

Los embarazos, los partos, la obesidad, la menopausia y la deficiencia de colágeno son, entre otras, las razones para la pérdida de elasticidad o la sequedad vaginal, la incontinencia urinaria y el descenso de útero, la vejiga y/o el recto. Todos estos, males que llevan a la mujer al quirófano.

La vagina es un canal de tejidos blandos, conformado por una mucosa que cubre los músculos y ligamentos y otros órganos que, en conjunto, forman el piso pélvico, informa el ginecólogo Paúl Bravo. Esa mucosa es la que da elasticidad, contracción y lubricación. Esto permite la función tanto sexual como reproductiva.

Pero este órgano se ve alterado porque durante el embarazo, el tamaño uterino presiona la cavidad y el piso pélvico. Luego, con el parto, que provoca la ruptura de vasos sanguíneos y pequeños nervios, el músculo de la pelvis queda muy debilitado y no vuelve a estar como antes.

Las consecuencias a largo plazo son la incontinencia urinaria y el prolapso (descenso) de los órganos pélvicos vecinos de la vagina.

Cuando hay prolapsos, el tratamiento es quirúrgico. Se colocan los órganos en el lugar y, como ha pasado mucho tiempo haciendo presión sobre la vagina, esta se agranda. Entonces, en la misma cirugía se recorta cierta cantidad de tejido vaginal para dejarla un poco más estrecha, pero sin devolverle el control y la fuerza, aclara el especialista.

Ginecoestética

Hablar de la salud vaginal, su rejuvenecimiento y de una mejor calidad de vida sexual, ha sido siempre un tabú. Pero esto se está superando y las mujeres buscan ayuda y alternativas, señala Verónica Bravo, médico estético.

La experta impulsa un tratamiento de rejuvenecimiento vaginal con láser CO2 fraccionado. Este método estimula la producción de colágeno en las células y los tejidos de la vagina y, a su vez, reduce su diámetro. También reconstituye el PH, recupera el tono y la lubricación, le devuelve la fuerza a los músculos y corrige problemas leves de incontinencia urinaria.

El procedimiento es ambulatorio e indoloro, menciona la especialista. Agrega que se introduce por la vagina un aparato que dispara luz láser en 360º para abarcar todo el tejido, estimula las células que producen y generan colágeno y elastina. Asimismo, ayuda a que el tejido tenga más vascularización, tonifica los músculos y hace que el conducto vaginal se estreche y tenga más funcionalidad.

Terapia complementaria

Antes del tratamiento con láser, se debe pasar por una consulta ginecológica para, mediante chequeo y exámenes, determinar el tratamiento a seguir.

Una de las condiciones para realizar el procedimiento es que la mujer esté sana, que no tenga secreción vaginal y descartar lesiones patológicas o alteraciones celulares.

El ginecólogo Bravo aduce que si la mujer tiene prolapso o incontinencia de tipo esfuerzo (cuando hay fuga de orina al toser, reir, ejercitarse…), y quiere fortalecer el canal vaginal, tiene que someterse inicialmente a una cirugía para poner a los otros órganos en el sitio y luego reforzar con la terapia láser.
En el caso de quienes estén en la etapa de la menopausia, “los tratamientos con láser son excelentes”, asegura el ginecólogo. (CM)

Tratamiento rápido

La intervención con láser CO2 es ambulatoria, no requiere de hospitalización y postoperatorio. Cada sesión dura aproximadamente 45 minutos y la paciente retorna a sus actividades habituales. Solo se le prohíbe mantener relaciones sexuales durante siete días.

Según el grado de atrofia o laxitud vaginal, se puede necesitar entre dos y tres sesiones con una de mantenimiento después de un año, aproximadamente.

Mientras que una cirugía requiere de hasta tres o cuatro semanas para la recuperación con medicación y tres semanas de abstinencia sexual.