Las tardes de Mary

Rocío Silva

Ahí está Mary en una mirada altiva de páramos, valle y capulí, defendiendo nuestros símbolos ambateños, ella sabe que la voz de Agoyán, voz del agua no podrá ser evaporada, en cada paso, en cada hoja de archivo, redescubre que cielo y tierra estrechan las manos de los que estamos, de los que estuvieron y de los que estarán. Y sí, de qué ganó su lucha, la ganó; y entonces, volvió a entonarse el himno, a flamear la bandera y lucirse el escudo de este Ambato amado. ¿Qué cuánto tipo ha pasado? – ¿para qué saber?, basta con rememorar en esas noches, en qué entre aromas andinos y la discusión filosófica, tomamos el amanecer por asalto.

Y podría Mary dejar en suspenso cualquier conversación y visita, cuando se acerca el crepúsculo, porque ha llegado el momento de alimentar a sus pájaros, que en bandadas y cánticos acuden a su presencia, solo que ahora no son solo ellos los merecedores de su cuidado, ha dado cobijo a decenas de pícaros gatos; y por eso le duele muy hondo que trescientos árboles hayan sido talados en las riberas del río Ambato, sufre por los nidos destruidos, piensa en las desposeídas raposas y ranas muertas con la tala de eucaliptos.

Mary está siempre donde su solidaridad y entusiasmo la lleven, en un velorio, en una visita amigos enfermos, en reuniones: ecológicas, históricas, filosóficas, literarias. Le debe ser difícil caminar por el centro de la ciudad, porque todos al encontrarla queremos abrazarla, saludarla y saber su opinión sobre temas de actualidad, y es que su presencia en la Casa de la Cultura, la ratificó como una mujer culta y muy generosa en sus conocimientos y criterios acertados.

Con Mary se puede replantear la visión genealógica, es una investigadora en continuo encuentro con fuentes documentales, archivos y por sobre todo con la historia vigente de las personas. Es Mary Pachano de Saá, cuya templanza y fulgor nos llega e inunda como la fragancia del dulce de higos, en tardes en que los arreboles, deciden que las nubes sean rosas y someter al Taita Inti.