Leyenda: Un cerro protegió a los tsáchilas del diluvio

Leyendo. La historia de Konadu se la cuenta desde hace 50 años atrás.
Leyendo. La historia de Konadu se la cuenta desde hace 50 años atrás.

Konadu es la montaña donde se refugiaron algunas personas cuando la lluvia no cesó.

Cuenta una leyenda tsáchila que en una montaña vive el alma de un niño, quien fue sacrificado como ofrenda para evitar que el pueblo desapareciera por el diluvio.

Ángel Aguavil, uno de los habitantes de la comuna Cóngoma, manifestó que este es uno de los relatos más significativos de la población. Agregó que los tsáchilas aún tienen respeto por el monte al que nombraron Konadu.

Se dice que en aquellos tiempos hubo un gran diluvio que hizo que el lugar donde habitaban los tsáchilas se inundara y que muchos de ellos murieran.

Según la mitología de esta población, los volcanes de la Sierra conversaron entre ellos para ayudarlos. Es así que erupcionaron con el fin de que la lava llegara hasta Santo Domingo y formara el cerro.

Las personas, al ver que se formó la loma, decidieron subir hasta la cumbre y protegerse de las inundaciones.

Ellos, para agradecer a sus dioses, sacrificaron a un niño, y desde aquel instante se dice que el alma del pequeño permanece en Konadu y que cuida de los miembros de la comunidad indígena. En la actualidad, cuando el poné (sabio) realiza los rituales invocan al espíritu del niño y de otros seres sobrenaturales que les colaboran en sus actos chamánicos.

Asimismo, se conoció que a pesar de que el cerro ya no pertenece a los tsáchilas, ya que está en predios de mestizos, ellos aún acuden a ese lugar.

Ritual. Con cánticos los tsáchilas agradecen por lo ofrecido a su nacionalidad. Sus relatos forman parte de sus tradiciones.
Ritual. Con cánticos los tsáchilas agradecen por lo ofrecido a su nacionalidad. Sus relatos forman parte de sus tradiciones.

Masara Mudu
Esta es otra de las leyendas de la nacionalidad, en la cual un tsáchila hizo que se forme una laguna en un espacio de los terrenos donde habitaban.

De acuerdo con la historia, el hombre tenía a varias mujeres como esposas, lo cual no era bien visto por los otros miembros de la comunidad.

Un día, él, junto con sus esposas e hijos, fueron a la laguna para esconderse y para que nadie moleste su tranquilidad ni a su familia.

Desde ese momento, en la laguna viven las almas de aquellos comuneros que se fueron contra las leyes de la nacionalidad.

Ángel Aguavil expresó que han recopilado 15 cuentos y 10 historias vivas, con el fin de que no desaparezcan y más bien permanezcan en la memoria de la juventud tsáchila.

Expresó que esperan retomar el proyecto que iniciaron hace dos años junto con otras tres personas, para que estos relatos no mueran. (CT)

Proyectos
° El Distrito de Educación 1, a cargo de Luis Reyes, se encuentra realizando un proyecto con la creación de una biblioteca en las escuelas interculturales bilingües, donde hay cuentos de la nacionalidad y así potenciar su historia.