Correa avaló el secuestro de Balda, asegura exagente de la Senain

Audiencia. El testimonio de exagentes de la Senain se cumplió en la Corte Nacional de Justicia.
Audiencia. El testimonio de exagentes de la Senain se cumplió en la Corte Nacional de Justicia.

Reveló que habló dos veces con Correa, quien le ofreció apoyo político, económico e institucional.

El exagente Raúl Chicaiza puso ayer una leña más a la brasa. En su testimonio anticipado, aseguró que el expresidente Rafael Correa conocía de la operación encubierta que agentes de la Secretaría Nacional de Inteligencia (Senain) cumplieron en Bogotá, en 2012, en contra del político Fernando Balda.

La diligencia se cumplió en la Corte Nacional de Justicia, dentro del proceso en el que la Fiscalía investiga el secuestro del activista y al cual fue vinculado el exmandatario, por presunta asociación ilícita y secuestro.

Al iniciar su versión, que duró dos horas y media, ante la jueza Daniella Camacho, el exagente ofreció, entre lágrimas, disculpas al país y a Balda por este acto ilícito cuyo cometimiento aceptó. Agregó que lo hizo en cumplimiento de órdenes superiores y que la cadena de mando para esta operación iniciaba en la Presidencia de la República, pasaba por la Senain, entonces a cargo de Pablo Romero, y también por la Unidad de Operaciones Especiales.

28
MIL
dólares habrían pagado para ejecutar el secuestro. El caso se inició, según Chicaiza, en mayo de 2012, cuando fue convocado a la oficina de Romero, quien le indicó que tenía que viajar a Colombia para asistir a una reunión política, que, presuntamente, buscaba desestabilizar al Gobierno ecuatoriano.

La operación fue denominada ‘Wilson’ o ‘Balón’ y, en principio, tenía el objetivo de demostrar que Balda estaba vendiendo unos equipos tecnológicos. Sin embargo, en ese ‘ir y venir’ a Colombia, el objetivo cambió cuando recibió la orden de que trajera a Balda al país por los medios que fueran, luego de que el opositor difundiera en redes sociales el video de un caso denominado ‘mameluco’, que consideraron que afectaba el pudor del primer mandatario.

Más detalles
Con el objetivo de pagar en Colombia la ejecución del secuestro, se destinaron 28.000 dólares, agregó Chicaiza. Básicamente, para que personas contratadas llevaran a Balda de Bogotá a Ipiales, para allí entregarlo a la Policía ecuatoriana en calidad de deportado. Sin embargo, el secuestro fue frustrado por la Policía de Colombia.

60
MIL
dólares costó el operativo total. En total, desde el inicio del operativo de seguimiento y vigilancia de Balda en Colombia se destinaron 60.000 dólares, dinero en efectivo que salió de los gastos reservados de la Secretaria del Inteligencia.

De acuerdo con la versión de Chicaiza, el exmandatario, a quien se lo conocía en Inteligencia con el seudónimo de ‘Carlitos’, se comunicó con él vía telefónica por dos ocasiones, antes y después de la operación fallida. En esas llamadas le habría ofrecido todo el apoyo económico, político e institucional para que no fuera procesado. (HCR)

Los abogados
° “Por fin puedo revelar la información y, en específico, hacer conocer lo que efectivamente sucedió”, dijo Diego Chimbo, abogado del exagente. “Fernando Balda estaba negociando con equipos de espionaje internacional. Raúl Chicaiza llevó esa información a Pablo Romero, quien le hizo conocer esa información al Presidente. De todo esto hay evidencia (…). Entonces, empezó la operación ‘Wilson’ con el objetivo de develar lo que hacía Balda en Bogotá y judicializarlo en Ecuador. Este objetivo cambió en el momento en que empezó a tirarle sátiras al Presidente y él dijo: ‘Traíganlo a toda costa’”, dijo el abogado. Felipe Rodríguez, abogado de Balda, añadió que la información es importante para sustentar el caso, sobre todo las llamadas telefónicas realizadas antes y después del operativo ilegal. “Nos sorprendió saber que quien le dio el visto bueno y su soporte antes del operativo fue el exmandatario”, comentó.

Por su parte, Caupolicán Ochoa, abogado de Correa, rechazó la versión del exagente y dijo que solo repitió un libreto aprendido de memoria, “cuando no puede ni recordar su número de teléfono, lo cual termina siendo tremendamente contradictorio”.

Agregó que lo dicho por Chicaiza no se ajusta a lo determinado en la investigación fiscal.