¿Quedará afuera el cabecilla?

En una rueda de prensa el Secretario Particular del Presidente informó de la terna que el Gobierno envió al Consejo de Participación Transitorio para la designación del nuevo Superintendente de Comunicación. Quien sea seleccionado, según el funcionario, tendrá como tarea primordial investigar lo que en el pasado hizo esa institución, es decir, sus “hazañas” durante el apogeo del correísmo totalitario.

La Secom precisa que el funcionario a nombrar “tendrá la misión exclusiva de verificar la actuación administrativa, financiera y jurídica de la gestión anterior, que incluirá el procedimiento de revisión de las resoluciones y actos administrativos emitidos por el Superintendente cesado, en el marco del respeto absoluto a la reivindicación de los derechos y de la libertad de expresión”.

Es un alivio que la Ley de Comunicación, al amparo de la cual se acometieron tantos atropellos, esté en manos de la Asamblea Nacional para su reforma. Es plausible eliminar la Supercom. Sin lugar a dudas ese funcionario persiguió, acosó, acorraló, insultó, multó y censuró a su arbitrio a la mayoría de los medios de comunicación independientes. Diario La Hora entre los primeros.

Sin embargo, ¿qué se hará con quienes armaron tan diabólico entramado, eligieron al Superintendente y le dijeron, punto por punto, qué debía hacer, cuándo, a quién y cómo? El Superintendente pasará a ser otro “chivo expiatorio” a quien pronto olvidar. Hay que ir a la raíz: todos juntos deben ser examinados, evaluados, investigados y, dado el caso, ir a manos de la Función Judicial, incluido el cabecilla.


Cuanto más se dividen los obstáculos son más fáciles de vencer”. Concepción Arenal Escritora y socióloga española (1820-1893)Divide las dificultades que examinas en tantas partes como sea posible para su mejor solución”. René Descartes Filósofo y matemático francés (1596-1650)