Alfaro siempre

Miguel Angel Rengifo Robayo

En relación imprescindible de conmemorar el 5 de junio como la fecha del liberalismo en nuestro país; el general Eloy Alfaro determinó una época de indiscutible trascendencia en el convivir nacional; su acción de gobernante y de batallador tenaz e insobornable se encuentra, para el bien y la justicia, recomendados por sus valores intrínsecos, en la memoria de las generaciones. Así es : obra de verdadero hito en la historia ecuatoriana, amplitudes para la relación en la sociedad, realizaciones materiales como el ferrocarril, capitán de luchas armadas donde quedó al final la valentía y la capacidad guerrera; valores no perecederos, y, al final, el sacrificio con que culminó esta vida de ejemplo y, por ello mismo, de recordación agradecida.

Los grandes nombres sobreviven a los grandes pueblos, y ellos llenan con su sonoridad, los ámbitos de la Historia; el nombre de Eloy Alfaro es uno de éstos: gracias a la Revolución de 1895 suben al poder los liberales; en días anteriores y posteriores a este año, días llenos de convulsión y de pasiones caldeándose, en todo el territorio nacional existía atmósfera de inestabilidad y sobresaltos. Desde luego, los mismos en nuestra Provincia, donde como en las otras, quien no era liberal se identificaba conservador, o viceversa.

Estas regiones ven desfilar tropas, son el escenario para la leve escaramuza o para la lucha denodada y feroz: nuestros militares, de actuación heroica y, por lo tanto extraordinaria, entre otros, son los latacungueños Gral. Emilio María Terán y el Coronel Justiniano W Viteri, ambos del izquierdismo y de quienes, más adelante (en el capitulo “Pensamiento y obra”), se anota rasgos sobresalientes. El pueblo cotopaxense incrementa los ejercicios de bando y bando, pelea en diversos puntos de la Patria, siendo las principales acciones de armas, por estos sitios: se combate en San Miguel (hoy Salcedo) el 3 de abril de 1.895; en Tungurahua (la Lidia y el Socavón) el 15 de agosto de 1.895; el 2 de septiembre de 1895, por la mañana, sale Alfaro de Latacunga con dirección a Quito, luego que en esta urbe se le ha incorporado el valiente escritor y decidido combatiente Roberto Andrade; el 11 de agosto de 1896 los conservadores atacan Latacunga y la toman, luego de que se ha producido un sangriento combate; en Guangoloma, el 31 de diciembre de 1898, triunfan los liberales sobre las fuerzas derechistas que comandaban Sarasti, Folleco y otros.

En el lado de los conservadores encontramos a Gabriel García Alcázar –hijo de Gabriel García Moreno-, cuyo nombre aún el tiempo no lo ha desaparecido y se lo recuerda, especialmente, en Salcedo. El 15 de enero de 1906 se lleva a cabo el combate de Chasqui