Las diligencias en el caso del secuestro al activista político Fernando Balda continúan. Ayer se inició en Criminalística la extracción de la información contenida en el ‘pendrive’ que fue entregado por uno de los agentes que aceptó su participación en el delito, dentro de una cooperación eficaz con la que el policía busca probar que obedeció ordenes superiores para perpetuar el ilícito.
Todas las partes presentes en la diligencia hicieron, ante la Fiscal, un compromiso de reserva sobre la misma. Expertos consultados por este Diario, dieron a entender que una extracción y análisis de esas características, al contenido de un ‘pendrive’, es una diligencia que puede durar varios días. Se cree que dentro de los audios que contiene el pendrive, consta la conversación que se filtró en la que participa el exsecretario de Inteligencia Pablo Romero, sobre cómo ocultar el secuestro y en la que el exfuncionario menciona que el expresidente Rafael Correa está al tanto del asunto.
De hecho, este martes, el exsecretario de Inteligencia Rommy Vallejo habría dicho en su versión a la Fiscalía, según Balda relató a la prensa al salir de la diligencia, que fue el expresidente Correa quien le ordenó viajar a Bogotá e investigar a Balda. Casi al mismo tiempo el presidente Lenín Moreno anunció la desclasificación de toda la información que sobre este caso exista en los archivos de la desaparecida Secretaría Nacional de Inteligencia.
El pasado 24 de mayo, desde Bélgica, el expresidente Rafael Correa rindió versión sobre el caso y señaló que no conocía del secuestro y que casi no conocía a Pablo Romero, su exsecretario de Inteligencia. Además, dijo que los temas de seguridad los decidía el ministro coordinador de Seguridad de ese entonces, Homero Arellano.