Solca y la Junta de Beneficencia

MARÍA LUISA GÓMEZ DE LA TORRE GÓMEZ

El espíritu humano y solidario permitió que el altruismo por más de 53 años se manifestara con amor por un gran grupo de médicos guayaquileños que empoderados con el dolor humano hicieron un frente altivo de atención a los enfermos del país. Junto a ellos aparecen connotados caballeros -hombres de bien- y las damas voluntarias guayaquileñas para servir a la Patria en el campo médico-humano y de atención sin distinción alguna a quienes empezaron a acudir en pos de la hospitalidad médica.

La historia es el mejor testimonio de lo actuado y de lo que se sigue gestando a favor de los enfermos: niños, jóvenes, adultos, adultos mayores, hombres y mujeres. Hay que vivir la realidad para emitir el sano criterio, admiración, respeto y concienciar la fidelidad al juramento de Hipócrates que realizan los galenos para su investidura como médicos. Cuántos doctores de trayectoria dejaron su huella en estos lugares en la atención con suma dedicación a sus pacientes, legando a su descendencia, ex alumnos de la Universidad-Facultad de Medicina su sapiencia y esplendidez con su saber y sabias manos para atender al doliente.

Nadie puede decir allí no iré, pues la vida es incierta, la salud insegura y el rato menos pensado el que no cae resbala en la casa del jabonero, el hospital. Hay que vivir la realidad y saborear el dolor y la vida en estos lugares; he tenido la suerte de llegar hasta allá y conocer a excelentes médicos que con sumo amor y dedicación tratan al paciente; la mejor impresión y agradecimiento se trae de esos centros hospitalarios; es Solca la institución de salud que luego del minucioso examen y auscultamiento detecta las novedades de la salud y ciñe el tratamiento al que debe someterse el paciente. Quien tiene la posibilidad económica de ser atendido inmediatamente, lo logra y se remedia el mal. El pensionado del Luis Vernaza es óptimo y los mejores médicos están allí y se deben a otros centros hospitalarios y del país.

¿Cómo es posible que se pretenda por ocurridos o políticos antojadizos crear un nuevo Solca que debe ser direccionado por 12 o más personas alineadas por el Ministerio de Salud? ¡Qué pena!, se murió una persona y de pronto no fue por culpa de Solca porque no se la llevó a tiempo; si hay tantas falencias como las demoras de la atención en el IESS, la falta de medicamentos o los mismos de siempre: Loratadina, Paracetamol, Diclofenaco y pare de contar. Solca en Ecuador ha estado manejada sin ambición económica, política y de figuración, lo vemos en Guayaquil, Quito, Loja, Cuenca, Portoviejo y Ambato.