AUTOR Andrés Pachano
Se afirma con razón que la batalla del Pichincha del 24 de mayo de 1822 fue hito decisivo en la conformación de nuestra República.
Haciendo a un lado las fantasías chauvinistas que “decoran” las narraciones de nuestra historia y sobre todo las de la gesta del Pichincha; adentrándose en la lectura de estudios serios y documentados de los hechos, encontramos datos muy interesantes, algunos curiosos, que se encuentran ocultos, llamados a definitivos olvidos, que si merecen al menos un recuerdo.
El batallón ‘Cazadores del Paya’, compuesto por 570 combatientes, fue el primero de los ejércitos patriotas en entrar en combate en el Pichincha, a las 09:30 del 24 de mayo al toparse con un columna realista que ascendía a la montaña; Chaquimallana, breñas del Pichincha, se cubrió de sangre y despojos del Paya.
A este batallón asistía espiritualmente como capellán un fraile ambateño, de quien la historia solo recoge su nombre eclesiástico: Francisco de la Natividad; copio al respecto la cita del historiador Amílcar Tapia Tamayo (diario El Comercio 15-junio-2017, pag. 10) de los Documentos personales del Padre Joel Monroy sobre la Batalla del Pichincha, Convento Máximo de la Merced de Quito, Cfr. P. Luis Octavio Proaño en ‘Joyas de nuestra orden Mercedaria’, que dice: “…Informo a V.P.Rvd. que en el transcurso de este día (25 de mayo) hemos enterrado en la fosa común a más de 200 cadáveres de soldados sin distingo de lealtad (patriotas y españoles) y siguen llegando muchos más. De entre los oficiales del ejército libertador, a quienes se les ha dado sepultura en nichos de la iglesia, constan. Capitán Ignacio Cabal y Tnte. Domingo Ramírez del Cazadores del Paya… También los frailes Francisco de la Natividad, capellán del batallón cazadores del Paya y fray José Mariano del Rosario, capellán del Yahuachi, ambos de la orden de Predicadores, el uno natural de Ambato y el otro propio de Quito…”.
Dato que corrobora lo consignado en la ‘Historia del Ejército Ecuatoriano’, pag. 28, vol- 31, el Tcnel. Edison Macías.
Este ambateño, desconocido patriota de la Batalla del Pichincha, se fundió para siempre con la tierra en la bella Ermita Mercedaria de El Tejar.