Martínez tiene la palabra

EDUARDO CHIRIBOGA APONTE

La excelente designación de Richard Martínez como principal del equipo económico del Gobierno, abre un compás de espera para que al fin se empiecen a tomar medidas que realmente sumen al desarrollo del aparato productivo nacional. Positivo es rectificar la nominación de correístas camuflados, de percepción equivocada, en cargos públicos determinantes, como lo fue la hábil maquilladora de estadísticas Elsa Viteri, con cuya salida, los mercados internacionales se muestran complacidos. Moreno al fin parece ponerse en sintonía de lo que en realidad requiere el país.

Ahora bien, la corrección de los desequilibrios fiscales, exigirá al gobierno mayores ajustes en lo que a austeridad se refiere, lo que se choca de frente al despilfarro aún vigente creado por el ex Mandatario, situación que enfrentará al novel Ministro de Finanzas con la visión caduca que nos ha colocado en una situación de incompetitividad productiva ante el mundo. Para que la empresa privada vuelva a convertirse en el verdadero motor del desarrollo nacional, sin que el Estado le dé contratos con sobreprecios y llegue a acuerdos insostenibles en el tiempo, se tienen que tomar decisiones trascendentes. Y Martínez tiene clara la película al respecto.

La falta de competitividad afecta a todos. Los altos costos de producción y el maltrato de la industria a sus proveedores de materias primas, es materia pendiente de los Ministros García y Flores ante el agro ecuatoriano. Martínez deberá liderar un programa que abarque y cuide a todas las cadenas productivas, sin olvidar que la gran mayoría de productores son pequeños. Su plan económico anunciado para este 24, no solo debe enmarcarse al sector empresarial de exportación, sino a todos los sectores, creando al fin un ambiente de confianza en todo el aparato productivo nacional. El Comité Empresarial Ecuatoriano ha asumido el reto. Desde esta columna de opinión, le auguramos éxitos en su difícil desafío.

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