MIGUEL ÁNGEL RENGIFO ROBAYO
Ahora resulta que todos hemos leído a Tom Wolfe, tras el anuncio de la muerte del periodista y escritor estadounidense, considerado el padre del llamado ‘nuevo periodismo’, que agregó elementos literarios a la prensa; nos avezamos sin escrúpulo alguno, y abundan inmisericordemente en el mundo virtual y en la altanería de las redes sociales para aparentar novedad y diferencia.
Wolfe ha fallecido en Nueva York a los 87 años, según ha informado su agente Lynn Nesbit, autor de novelas de ficción tan afamadas como “La hoguera de las vanidades” el libro que fue el más exitoso gracias, en parte, a su adaptación a la gran pantalla en 1990 por Brian de Palma, Wolfe era especialmente conocido por su obra de no ficción. Ponche de ácido lisérgico, Lo que hay que tener o El coqueto aerodinámico rocanrol, color caramelo de ron le alzaron como la pluma innovadora que fue y sentaron las bases de un nuevo estilo periodístico que bebía de lo mejor de la ficción sin dejar de respetar los hechos.
Pero antes de esto en la primigenia forma de narrar la noticia en 1886 José Martí a través de su corresponsalía del diario La Nación de Argentina, publica el terremoto de Charleston ocurrido en Estados Unidos; Rubén Darío en 1898 también a través de éste informa a través de crónicas y reportajes; en el siglo XX 1928 el argentino Roberto Arlt a través de sus aguafuertes escribe para diario El Mundo; el horror real del experimento Nazi es narrado por el Cubano Alejo Carpentier a través de una novela Los cánticos del progreso en 1932; el relato novelado del hecho real sale a la venta Operación Masacre considerada el precedente de la novela de no ficción; en 1960 el periodista estadounidense Norman Mayer publica el artículo “Superman llega al supermercado” desde esta forma de escribir definen lo que se llegó a conocer como el nuevo periodismo; hasta las publicaciones de 1963 de Tom Wolfe sin escatimar los nombres de Truman Capote, de Elena Poniatowska, o los subsiguientes Tomas Eloy Martínez o el mismo Gabriel García Márquez.