El cargamento equivale a más de 3,5 millones de dosis. Fue incautado en la vía Machachi–Quito.
La Policía truncó el envío de 351 kilos con 765 gramos de sustancias sujetas a fiscalización. Luego de semanas de investigación, la Unidad de Inteligencia Antinarcóticos (UIAN) incautó 363 paquetes de clorhidrato de cocaína que venían desde Colombia y que tenían como destino Centroamérica y EE.UU.
El operativo ‘Cama Baja’ se ejecutó el último domingo en la vía Machachi–Quito, sobre la carretera E35. Por información reservada, los agentes conocían que el automotor pasaría por esa zona como parte de su ruta hacia el Litoral. Se organizó entonces un control en la carretera para revisar la plataforma.
A simple vista la estructura metálica de carga del tráiler no presentaba ninguna anomalía, pero los uniformados sabían que el conductor ocultaba algo, pues no ofreció una versión coherente sobre el lugar al cual se dirigía ni a qué se dedicaba.
El hallazgo
Luego de una minuciosa búsqueda del tráiler, la primera señal saltó a los ojos de la Policía. En la cama baja del pesado automotor se identificaron compartimentos adaptados por los narcotraficantes para camuflar la droga. Toda la estructura metálica estaba contaminada con cocaína.
Tras varias horas, la Policía incautó 363 paquetes rectangulares que contenían la sustancia ilícita. Varios tenían grabado las letras RR y otros el signo de una moneda. La Policía presume que esos son los distintivos que las organizaciones criminales utilizan para identificar su cargamento. Según un informe preliminar de la UIAN, el cargamento incautado equivale a 3’517.065 dosis. (FLC)
Precursor químico
° El sábado, la Policía detuvo a tres personas que llevaban 500 fundas de cloruro de calcio en el norte de Esmeraldas. Esa sustancia sirve como materia prima para la elaboración de clorhidrato de cocaína y se presume que su destino eran los laboratorios clandestinos que se asientan en la selva colombiana.
Las autoridades revelaron que el peso total de ese cargamento alcanzó las 12 toneladas y media que estaban camufladas entre 250 sacos de yute que contenían cáscara de arroz.
Durante el operativo ejecutado en la vía Quinindé-Esmeraldas hubo cruce de fuego entre la Policía y unos sospechosos que lograron escapar. Según las investigaciones, el precursor químico lo traían desde Perú.