No seamos objetivos

Por: Pablo Escandón Montenegro

Ahora llegó el tiempo de ser cautelosos, de exponerse menos, de medir lo que se comenta, de evaluar lo que se comparte y de saber a quién se acepta como contacto en los medios sociales.

Todas estas recomendaciones ahora son palpables, ahora son más útiles, porque nunca hicimos caso de lo vulnerables que somos en estos espacios y que ahora pasamos a ser objetivos de los criminales.

Decir a dónde vamos, dónde estamos y con quién es solo para nuestros círculos íntimos, para nuestra seguridad y regocijo. Debemos bajarnos del mundo del ‘like’ y de la redistribución de información no confirmada.

La seguridad digital no es solo por la coyuntura actual. Pero sí, también es por ello. Debemos darnos cuenta de que nuestro rastro y comportamiento digital crean pautas, no solo para que nos atiborren y bombardeen con publicidad o para que nos roben los datos, sino que va más allá. Es para que no seamos objetivos canjeables.

Ahora debemos aplicar con mayor criterio la curaduría de contenidos que publicamos en nuestras redes y hacer de nuestras cuentas espacios de crecimiento y no de ‘voyeur’ ni de discriminación o ataque.

La violencia en redes es violencia, a final de cuentas. Debemos y tenemos que ser parte de una cultura de paz, deliberante y dialógica.

Es muy fácil encontrar contenido con el cual no conectamos y también es muy fácil convertirlo como objetivo de denostación y descalificación. Mea culpa, culpa de todos. Y esto es lo que debemos desterrar.

No debemos ser objetivos del odio y tampoco debemos encontrar objetivos para depositarlos con desprecio o ira de un momento situacional. Sí, hay quienes dicen disparates y atacarlos es contribuir a ello, al disparo, al gatillo fácil, como pusieron en redes.

Somos seres humanos, sujetos y no objetos. Y como tales debemos y procuremos tratarnos. En muchos casos, sentenciamos y ‘acribillamos’ como guachos digitales a los otros, cegados por la ira y el descontrol emocional. Mea culpa.

Seamos sujetos y dejemos de ser objetivos de la violencia.

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