ORLANDO AMORES TERÁN
No hay que cantar victoria por los apresamientos. Mientras no haya sentencia por peculado, concusión, enriquecimiento ilícito; van a utilizar los procesos, para legitimar lo robado, después de recibir una pena benigna, por un delito insignificante.
Hay que presionar que se les incaute bienes, cuentas, en el país y en el extranjero. Debemos exigir al régimen, que recupere lo atracado durante la década infame. Ahora se pretende desviar la vista del despilfarro y atraco inconmensurables, de 400.000 millones de dólares y del inconstitucional endeudamiento de 80.000 millones, por parte del yangamanahisca; para que nos fijemos en 6.500 millones de deuda privada al SRI. Nadie apoya que no la cobren, pero centrar el discurso en ésa deuda, es distraernos de la más grande canallada en nuestra historia.
El régimen debe contratar una agencia especializada, para que establezca la ruta del dinero saqueado durante la década nefasta. Hay que conminarle a que emita Decreto otorgando el 15 por ciento del monto que se recupere, a la persona natural o jurídica, pública o privada, nacional o extranjera que determine en dónde está el dinero robado al erario nacional. Y que solicite a las autoridades de todos los países del mundo, que coadyuven en el rastreo de la ruta del dinero sustraído al Ecuador, desde el año 2007 al 2017; por cuanto la apropiación de ése dinero, es delito de lesa humanidad, porque atenta contra la existencia de cinco generaciones de ecuatorianos y causa grandes sufrimientos.
Hoy tenemos un objetivo: movilizarnos para exigir que el fiscal instaure juicio penal contra el innombrable por su política de endeudamiento y afinidad con narco-comunistas, terroristas y delincuentes que ha provocado muerte e inseguridad. En otro orden, se debe entender que no termina el narcotráfico con la presencia de bases militares nacionales o extranjeras. Pero lo mantiene controlado, evita su crecimiento, obstaculiza sus operaciones. Retirar bases de control, es liberar sus operaciones, estimular su crecimiento, provocar su desarrollo. Bloquear la narco-política, extirpar el castro-narco-comunismo de las instituciones y recuperar lo atracado, es fundamental para la pervivencia del Estado ecuatoriano.