“Mañana relevan a los compañeros en Esmeraldas. El hotel está listo. Coordinen y comuníquense”. El consejo del editor de seguridad era claro. El diario quería, como siempre, cobertura en la zona. Javier Ortega (reportero), Paúl Rivas (fotógrafo) y Efraín Segarra (conductor) eran los designados. Dos meses antes, el primer incidente: un coche bomba en la comandancia de policía de San Lorenzo. Desde ese momento, violencia en la frontera norte.
Más incidentes entre febrero y marzo. El diario necesitaba personal permanente y organizó equipos que se turnarían. Siete horas después arribaron a San Lorenzo. Domingo 25. Salieron a comer y se retiraron a descansar en las habitaciones. “Salimos temprano”, acordaron.
Desde San Lorenzo hacia Mataje por la carretera pavimentada que une las dos localidades en unos treinta minutos. Los controles militares y policiales revisaron su documentación y advirtieron el peligro. El olfato periodístico les dijo que sigan. En un punto indeterminado, cerca de Mataje, fueron retenidos por integrantes del grupo disidente de la columna Oliver Sinisterra, liderada por ‘Guacho’ (Walter Patricio Artízala Vernaza), responsable de todos los atentados.
La noticia sorprende a amigos y familiares, que se comunican con las autoridades quienes aconsejan la reserva. Pero, periodistas son y tienen colegas. La noticia se riega. Se forma de manera atolondrada un comité de crisis. Encabeza el ministro del Interior y el de Defensa. ¿Y la Canciller?
El rumor es realidad. Paúl, Xavier y Efraín, encadenados en un video, piden actuar al gobierno. “Nuestra vida está en sus manos”, clama Xavier. Ante la contundencia de las imágenes, amigos, familiares y gente de comunicación piden acciones.
Las lamentables respuestas del Ministro del Interior, del jueves, obligan al regreso del presidente, con familiares de los secuestrados, desde Lima. “Los vamos a atrapar”, anuncia el mandatario y da plazos. Se anuncian acciones armadas. Los narcoterroristas avisados. Paúl, Xavier y Efraín no lo merecían. Su reportaje debía ser publicado. El país merece explicaciones. Navas, Zambrano y Espinoza deben renunciar.