Participación

MIGUEL ÁNGEL RENGIFO ROBAYO

La tarde del pasado 4 de abril, el Movimiento Indígena y Campesino de Cotopaxi (MICC) conjuntamente con los colectivos de la ciudad y provincia caminaron desde el sector de La Estación hasta el centro urbano hasta la Municipalidad para manifestar sus exigencias a las autoridades, posteriormente, previo pedido, se instauró una audiencia pública en el Salón de la ciudad para exponer requerimientos.

Al principio tensa fue dilatándose esta Asamblea Pública que llamó desde la exigencia sobre la confusión de términos y el uso correcto del lenguaje; a menudo confundimos los términos “socializar” y “sociabilizar“, según la Real Academia Española (RAE), el término socializar significa: “Transferir al Estado u otro órgano colectivo las propiedades, industrias, particulares, etc.” Por su parte, el término sociabilizar, del adjetivo sociable, es definido por la RAE como: “naturalmente inclinado al trato y relación con las personas o que gusta de ello”. También, “hacer sociable a alguien, acostumbrarlo a vivir en sociedad y seguir sus normas”

¿Participar es sociabilizar? El involucramiento en la problemática social debe ser constante no sólo desde la inquietud de lo políticamente correcto; es urgente especificar una agenda de participación, los organismos de competencia y las metodologías al parecer se toma a la ligera, y una serie de evidencias que delimiten las acciones específicas en los objetivos planteados para su ejecución.

La confusión también es desinformación no es simple consecuencia, lo que esto acarrea no debe desconsiderar o irrespetar el ejercicio de la gobernabilidad o más aún la autoridad, que sería una contradicción mayúscula, porque es él el representante democrático del mandante.

Hablar de la tolerancia es hablar de bondades en democracia y de la democracia, la participación también es inductiva, es un ejercicio de reciprocidad, es un esquema meta comunicacional. Este grado de comprensión sobre las acciones entorno a la participación y el comportamiento debe erradicar de posturas y petulancias, esbirros o interpretaciones de este derecho. Que los compromisos establecidos, la tolerancia y el respeto a la autoridad merece las intenciones para la convivencia y atención ciudadana, que la opinión pública también aporte antes que desgaste o denigre la participación y gobernanza.