Secuestrador con C

Kléber Mantilla Cisneros

El secuestro de un equipo de colegas periodistas en la frontera norte muestra la expansión del conflicto narcoterrorista, los acuerdos pendientes o incumplidos del gobierno anterior y la improvisación de las autoridades actuales ante la falta de servicios de inteligencia eficientes. Secuestradores sin rostro que maduraron bajo la perfidia de la década correísta que los amamantó.

Víctimas ajenas que sacuden a la opinión pública porque mediatizan a lo grande y rápido una agenda insospechada de atentados criminales, carrobombas y emboscadas. La incorporación del secuestro extorsivo como arma de incertidumbre y terror porque los grupos armados ‘residuales’ se miran en el mismo espejo de la mentira política que los empodera a practicar, desde la huella del ataque de Angostura hace una década, la más dispar de las formas de ilegalidad.

La Policía colombiana señala que las redes criminales se disputan el narcocultivo y las rutas de salida desde el puerto Tumaco, cercano a Mataje, y le apuestan a derrocar instituciones públicas o privadas, según su zona de control; y, a través del miedo, la recolección de dinero a cambio de libertad. El grupo de ‘Guacho’ –vinculado al atentado de San Lorenzo-, las Guerrillas Unidas del Pacífico, la Gente del Orden, las Guerrillas Campesinas, el clan Úsuga, Nuevos Elenos, Timonazo y Marihuano son bandas comunes que, mientras negocian la hoja de coca, compiten por rentas de extorsión. Esta vez hay rehenes ecuatorianos: un periodista, un fotógrafo y un chofer.

¿Por qué hoy y no antes? ¿Periodistas y no políticos? ¿Conviene difundir este secuestro así como lo plantean las autoridades? ¿Hay garantía a plenitud sobre un posterior rescate de los secuestrados? ¿Y, más mediatizado el secuestro, no implica más dinero y exigencias en la lista de peticiones? ¿Hay que ceder ante los secuestradores? ¿Cuál es el rescate que exigen los captores? ¿Por qué Rafael Correa, quien dio pistas ciertas sobre el primer atentado terrorista del año, no regresa a explicar las cuentas pendientes con cada banda exguerrillera, con secuestradores y su estrategia de pulverizar a las FF.AA., cierre de la Base de Manta y compra de material militar chino?

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