Irresponsable comedimiento

EDUARDO CHIRIBOGA APONTE

Los preocupantes acontecimientos en nuestra frontera norte, nos lleva a meditar sobre la ideologización y debilitamiento que el régimen anterior hizo con nuestras fuerzas del orden. Nuestra policía y fuerzas armadas tienen un objetivo y capacitación ajenos al pensamiento político que esté gobernándonos. El peor error fue intentar subyugar aquel tradicional profesionalismo a su poder, designando a neófitos en temas militares como Ministros de Defensa y creándoles exprofesamente un caos interno, debilitando su fuerza operativa.

Otro grave error, fue ofrecer nuestro territorio para encontrar la paz, esquiva por más de 50 años, entre el estado colombiano y sus fuerzas irregulares. Estas conversaciones y acuerdos, son muy distantes de los problemas nacionales que deben ser resueltos por Moreno; pero también generan disconformidad entre los disidentes de aquellas organizaciones. Y ahí nos pusieron gratuita e irresponsablemente, en calidad de amigos o de enemigos, de un problema ajeno.

Colombia sabe que estas fuerzas irregulares proceden territorialmente y defienden sus oscuros acuerdos según la ley de la selva. Se ven decenas de miles de hectáreas de coca adyacentes a nuestra frontera común intocadas. Es más, la protección colombiana de su frontera no es prioritaria, y por ende, su inversión su operatividad militar en ésta área, no es significativa. Cabe recordar, que el inmenso negocio del narcotráfico, ha contribuido de manera camuflada pero determinante, al crecimiento económico de nuestro vecino, cuya economía está en lugares estelares en Latinoamérica. Negocio redondo, a pesar de la sangre derramada.

Pienso que debemos ser respetuosos del pensamiento de nuestros vecinos, así no lo comportamos. Lo que no significa inmiscuirnos de manera irresponsable en la solución de sus problemas. No hay comedido que salga con la bendición del Señor. Y la probable aceptación de financiamiento de las FARC a Correa, fue el inicio de lo que hoy vemos.

La restitución de la operatividad de nuestras fuerzas del orden, su dotación con equipos de punta y el respeto a su independencia de criterio, sería la tarea pendiente. Pero hoy nuestra patria está sin recursos, endeudado y con un enorme déficit fiscal, dificultando un panorama que luce sombrío.

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