JOFFRE DAZA QUIÑÓNEZ
Con fecha 7 de marzo de 2018, la Comisión de Participación Ciudadana temporal tomó la acertada decisión de cancelar y separar de sus funciones al Superintendente de Comunicación (Supercom) fundamentado en el informe de la Contraloría, en el que le encontraron graves irregularidades que van desde la comisión de delitos penales, hasta responsabilidades administrativas y civiles por los abusos de poder cometidos en contra de medios de comunicación y periodistas.
Carlos Ochoa a lo mejor pensaba que su gobierno tirano y traidor iba a durar toda la vida, por eso se convirtió en un dictadorzuelo de tercera que interpretaba las leyes a su particular manera, sancionaba sin ninguna fórmula de juicio, ni aplicación del debido proceso a todos los que nos atrevíamos a criticar los robos del expresidente RC, se autopagó bonos por más de cien mil dólares sin fundamento jurídico.
En fin la primera resolución de la Comisión de Participación Ciudadana fue la mas acertada, de cancelar y separar de sus funciones a Carlos Ocho, a quien debe seguírsele los juicios civiles para que devuelva todo lo cobrado ilegalmente y penales para que vayan a parar sus huesos a la cárcel por haber adecuado su conducta a los delitos penales, de abuso de autoridad, extorsión y arrogación de funciones de juez especial inquisidor, por iniciar juicios, darles trámite y dictar sentencias sin tener jurisdicción y peor competencia de juez como lo manda la Constitución.
Esta sanción debe ser ejemplar para que nunca más vuelva a este cargo un abusivo, tirano y traidor. Este tipo de sujetos se prestan como viles lacayos para amordazar a la sociedad y no permitir que se cumpla con el sagrado principio constitucional de la libre expresión de los pueblos, de tal suerte que reprimiendo la opinión ciudadana la banda de RC pudo ejecutar todas las atrocidades que han dejado al país en la quiebra económica y moral. Nunca más sinvergüenzas, nunca más abusadores de poder, nunca más lacayos.