POR: Laura Benítez Cisneros
En la frontera norte, en el Puente Internacional de Rumichaca, la masiva presencia de migrantes venezolanos es lamentable y caótico, observar que hay personas que aguardan en la cola a la espera para ser atendidos por espacio de nueve horas hasta llegar al control de Migración y solicitar su salida, pues manifiestan que intentan llegar a Perú y Chile, pero sin embargo permanecen en nuestro país deambulando por las calles de las ciudades, por miles. La falta de recursos económicos y de la moneda circulante que no les alcanza está generando lo que este tipo de problemas conlleva: delincuencia y mano de obra barata. Es una situación muy grave.
Es una verdadera crisis humanitaria que tenemos que soportar los pueblos de frontera y esperar hasta que las autoridades de gobierno se manifiesten por este éxodo del pueblo venezolano, ya que este asilo supera los 100.000 extranjeros. La inflación en su país de origen y la falta de ecuanimidad humana de sus gobernantes es alarmante y los ha llevado al caos.
Esperamos que en los diálogos que sostuvieron los dos mandatarios de Ecuador y Colombia en la ciudad de Pereira, según un vocero de gobierno manifestó que se había hablado sobre el tema de la migración de los ciudadanos venezolanos a territorio ecuatoriano y colombiano y que los acuerdos de los que se trató sobre el tema de migración se van a hacer efectivos, trabajando conjuntamente con las Fuerzas Armadas de los dos países.
Es largo el camino por recorrer en busca de un mejor modo de vida, para la gente venezolana les ha resultado una odisea abandonar su Patria y sin rumbo fijo, aventurando la vida de sus hijos y familiares, tratando de buscar mejores días de paz, tranquilidad y bienestar, para su gente y satisfacer la necesidad de vivir en un sistema restablecido.