El disfrute de la FFF

Por: Rocío Silva

Es muy cierto que la Fiesta de la Fruta y de las Flores, nace como una respuesta de optimismo ante la desgracia sufrida por el terremoto del 1949, siempre se supo que no quedó piedra sobre piedra, de ahí que nace ese himno a la esperanza llamado ‘El altivo ambateño’, posteriormente, al tiempo de la Fiesta de la Frutas y de las Flores, se lo hizo que coincidiera con la celebración de los carnavales.

El festejo del carnaval está asociado a la catarsis de raigambre católica, donde se da rienda suelta a todos los placeres mundanos, pues pronto se entrará en un tiempo de ayuno y abstinencia como ciclos complementarios en la vida humana. Los regocijos populares del carnaval son productos culturales, los bailes, las comparsas, la espuma, la harina, las tinturas y los recipientes llenos de agua que son arrojados a los transeúntes o entre quienes con desenfrenada alegría comparten esos juegos -independientemente de que los mismos sean del agrado de rechazo individual- que existen, existen como herencia cultural.

La Fiesta de la Fruta y de las Flores, dejó hace mucho tiempo de ser una fiestita de la comarca, es una celebración nacional e internacional, por tanto no puede vérsela desde una forzada posición culturalista/moralisa, en la que basta la prohibición del juego con espuma, relacionando al mismo con la delincuencia y el salvajismo. No sirve rasgamos las vestiduras y clamar que las autoridades no hicieron nada para impedir que se expenda la espuma. ¿Será acaso, necesario militarizar los ingresos a la ciudad y revisar a todos los buses y los autos que ingresan para evitar que cada visitante porte consigo, el bagaje cultural con el que nacieron y murieron los abuelos de sus abuelos?

Esta Fiesta de la Fruta y de las Flores en su sexagésima séptima edición, puso en evidencia toda un despliegue de buen gusto en la programación oficial, como desfile, concierto de rock sinfónico, ronda nocturnal, celebración eucarística, juegos populares, exposiciones, festivales y bailes alrededor del parque montalvo. ¡Enhorabuena por quienes disfrutaron!