POR: Laura Benítez Cisneros
Atraer el amor no es cuestión de tener dinero y la tecnología en la mano, para lograr que el ser querido caiga rendido a sus pies. No hay pociones mágicas que hagan ese milagro.
La propuesta es tener metas claras y rodearse de buena energía, en donde ese ser amado se encuentre traído por la ternura y dulzura que se le brinde. El verdadero amor es para toda la vida, es color, música, flores, serenatas, y toda clase de obsequios, pero lo fundamental es la fidelidad, la fe, la esperanza y la comprensión, es “como todo el principio y fin que es parte de un todo”, por lo tanto es fundamental trabajar en el amor primordialmente en el que va a ser parte de la vida y para esto primero tenemos que amarnos nosotros para después poder amar a otros.
En este Día del Amor y la Amistad la finalidad es llenarse de vibraciones positivas, alcanzando una sensación de bienestar que irradie luz, energía, para todas aquellas personas y seres queridos que nos rodean. Quien ama de verdad no solo ayuda a ser mejor al otro, sino que se esfuerza en todas las cosas que estén a su alcance satisfaciendo aquel ser amado. El amor no manipula ni se aprovecha sino que está pendiente en buscar el bien y la transparencia, aunque ello nos resulte esfuerzos, sacrificios, que más tarde nos lleven al sufrimiento.
El amor otorga a las personas que se aman la libertad de ser quién es. La amistad es capaz de enfrentar las más difíciles circunstancias, analizando cuando todo se torna gris y se complica, sabe perdonar y olvidar cuando el amigo ha cometido errores.
Una verdadera amistad es la conexión o afinidad en el afecto personal puro y desinteresado que se tiene a las personas. “Feliz Día del Amor y la Amistad”.