Ética para la vida III

Patricio Durán

Bueno, con este artículo se termina esta serie de temas sobre la ética para la vida. Con el estudio de la asignatura de Formación Cívica y Ética se pretende que los alumnos se reconozcan como sujetos con dignidad y derechos, capaces de tomar decisiones, y de asumir compromisos que aseguren el disfrute y cuidado de su persona, tanto en su calidad de vida personal como en el bienestar colectivo, encaminados hacia la construcción de su proyecto de vida.

Comprendan que los derechos humanos y la democracia son el marco de referencia para tomar decisiones autónomas que enriquezcan la convivencia el cuestionar acciones que violen el derecho de las personas y afecten su ambiente natural y social.

Reconozcan que las características de la democracia en un Estado de derecho les permite regular sus relaciones con la autoridad, las personas y los grupos, al participar social y políticamente de manera activa en acciones que garanticen formas de vida más justas, democráticas, interculturales y solidarias.

Con estos elementos, el resultado que se desprende es un individuo con plena autonomía en la toma de decisiones, capaz de asumir retos y consecuencias de sus acciones; un individuo respetuoso y participante de los derechos humanos; ciudadanos activos en la construcción de la vida democrática del país.

La educación que imparta el Estado debe contribuir al desarrollo integral del individuo, para que ejerza plenamente sus capacidades humanas definidas como aquellas características físicas y emocionales que son inherentes al individuo y que además le permiten desarrollarse adecuadamente en una sociedad determinada. Estas características son moldeadas de forma consciente o inconsciente, por aquellas estructuras tanto internas como externas encargadas de ajustar la personalidad y acciones de los ciudadanos.