Se acabó la fiesta

María Luisa Gómez de la Torre Gómez

El llamado a la votación para el Referéndum y Consulta Popular tuvo la plausible acogida del pueblo ecuatoriano que hizo profunda reflexión y se hastió de la mala forma de gobernar con tanto brote de corrupción y es que cuando se unen las fuerzas pro constituir una verdadera democracia, los corazones se juntan y florece la unidad por la Patria. Parece que algunas personas tuvieron la nariz en Quito desmintiendo verdades que no se pueden ocultar, toxicidades en el ambiente, alto riesgo de contaminación, incremento del índice de defunciones por cáncer, empleados de Refinería seriamente afectados en su salud y así ha pasado el tiempo “pensando, pensando, por más que tú quisieras hasta cuándo, hasta cuándo” como dice el bolero.

Los compatriotas sensatos, desesperados decepcionados y angustiados proclamaron el SÍ que se aspiraba quedando adoloridos otros por la falta de conciencia y reflexión de las atrocidades que ha vivido el país en los últimos 10 años. Por fin la justicia empieza a hacer presencia sin influencia partidista ni sometiéndose como buen postor ante el gobierno. Notoriedad adquiere el Contralor Celi para luego de la investigación detectar los abusos cometidos y tapados, con alto porcentaje de despilfarro en la hacienda de Alianza País que por poco nos deja como Venezuela, escarbando muchos en la basura, sin medicamentos de alivio a sus dolencias aunque en Ecuador el medicamento trillado se presentó como Paracetamol y Loratadina y pare de contar, váyase no vuelva más.

Arduo es el trabajo para el señor Presidente que debe actuar y gobernar pensando en el ueblo al que se debe descartando bandos de Alianza País y Revolución Ciudadana, queremos la paz. El país es de todos, los pretendidos dueños a hacha machete lo dudo que trabajen en paz y que no se enquisten como estuvieron acostumbrados. El Ecuador necesita hombres, mujeres brillantes que lo saquen adelante, sin enconos, torpezas y desajustes emocionales, sin nepotismo y despotismo, que quieran al país al que se deben y no a la figuración y sus bolsillos.

La oferta de campaña del señor Presidente no esperaba la mesa servida, por lo tanto, ante la cruenta realidad no se puede cumplir a boca de jarro si dinero no existe, se lo llevaron y las cuentas chuecas no lo permiten. Los analistas económicos lo han expresado, reducir el tamaño económico del Estado, no más incremento a la deuda, hay que recuperarse para poder cumplir. “A palabras locas orejas sordas”, muchos hablan y achacan sin fundamento de causa, así son los enemigos gratuitos.

Pero, al terminarse la fiesta queda la interrogante de saber ¿por quién votaría el huésped de la Embajada del Ecuador, si ahora tiene ciudadanía ecuatoriana? Adelante señor Presidente en su encomiable gestión por lograr el país que todos queremos.