Y después de la consulta ¿qué?

Salvatore Foti

Desde la próxima semana muchas cosas van a cambiar en el país. Se conocerán los resultados de la consulta y, si todo sale como han planificado el gobierno y sus aliados, el ‘Sí’ deberá haber triunfado.

Podrán empezar a tomar decisiones trascendentales por el país como, por ejemplo, el recambio de muchos ministros, la conformación del nuevo Consejo de Participación Ciudadana con todo lo que implica y una que otra medida que beneficie directamente a la población, la que seguramente quiere, entre otras cosas, empleo digno y una bajada de los impuestos.

Lo que también pasará es que todos querrán apropiarse de la victoria, que ya no será por y para el pueblo, como ahora claman y juran. Representará el botín de cada una de las tiendas políticas, chiquitas y grandes. Moreno, Lasso, Nebot, Larrea y hasta los que no tienen capital político ni moral, asumirán el hipotético triunfo como de su estrategia y su lucha anticorreísta.

Muchos botarán la máscara y tomarán su caminito. Nos reservan sorpresas extremas, pues en la Asamblea Nacional el monolítico grupo de mayoría se autodestruirá por haber cumplido con el objetivo de acabar con Correa, el odiado enemigo cuya única virtud ha sido la de mantenerlos juntos hasta el 4 de febrero, no más.

Y si al fin el Presidente y la Asamblea ya no se llevasen, quién sabe si muy pronto nos deberían llamar a votar otra vez. La muerte cruzada es una figura que sigue vigente y que muchos tienen ganas de aplicar. Así que valdrá la pena seguir con cuidado quién o quiénes continuarán haciendo campaña electoral.

Pues si algunos siguen llamando la atención y rasgándose las vestiduras para el país mejor, sospechemos que hay gato encerrado pues el “si piensas mal aciertas” vale más que nada en política.

Pero cuidado, aún falta votar y hay encuestas que indican una bajada importante en la tendencia del ‘Sí’ mientras que el ‘No’ en algunas preguntas sube.

Si Correa lograse ganar aunque sea una pregunta, el panorama político se volvería realmente inestable e impredecible. Esto es lo único que hasta ahora nadie ha querido tomar en cuenta. Esperemos tengan razón.

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