POR: Luis Fernando Revelo
Decía el gran Simón Bolívar: “Son las personas virtuosas, las personas patriotas, ilustradas las que constituyen verdaderas repúblicas”. Y un agudo pensador decía: “No somos hijos de la tierra, sino la misma tierra que piensa y que siente”. Se explica entonces que nuestra provincia azul haya sido la entraña nutricia, el estanque inefable de grandes personajes que han hecho Patria.
Las páginas de la historia se han ido esmaltando con nombres de ilustres imbabureños que siguen brillando con resplandores vivos, engarzados en la virtud y en el talento. Preciso es resaltar el aporte decidido del Dr. Enrique Ayala, un ibarreño de cepa que con su vida y con su multifacética obra enaltece a nuestro país.
Es imponderable la obra “Gente de Imbabura” que acaba de entregarnos el pasado Jueves Académico en la Casa de la Cultura. Con su pluma ágil y noble rescata nuestras raíces identitarias, la memoria de aquellos prohombres que imprimieron carácter y rumbo a la imbabureñidad y que no pueden desconocer las actuales generaciones.
La obra consta de tres partes fundamentales: Estudios, que acopia textos académicos sobre personajes o autores imbabureños, como Carlos Suárez, Alfredo Albuja, Pedro Moncayo…; Perfiles, donde a través de artículos cortos, se relieva el aporte y las obras de prestantes ciudadanos como Víctor Manuel Guzmán, Alberto Moreno, Gonzalo Rubio, Zoilita Espinosa…; y, finalmente, Testimonios, donde se tributa el homenaje póstumo a quienes cruzaron el umbral de esta vida perecedera: Miguel Ángel Rosales, Juan Francisco Leoro, Virginia Pérez, Hugo Larrea Benalcázar…
Amena y fascinante es la obra de Enrique Ayala Mora que les invito a abrirla de página en página y encontrar ese venero inagotable de auténtico reconocimiento.