Tres vendedores que se ganan la vida comercializando una bebida energizante, cables de carga para celular y limpiando vidrios paralizaron unos minutos sus actividades para salvarle la vida a un anciano. Ellos se vistieron de héroes el último miércoles cuando observaron a un hombre que luchaba por evitar ser arrastrado por la corriente del río Machángara, a la altura de La Recoleta, en el centro de Quito.
A diferencia de una decena de curiosos que se limitó a ver al longevo desde la parte alta de un puente de concreto, los autónomos se pusieron el overol y bajaron hasta las contaminadas aguas del afluente. Entre los tres unieron fuerzas para sacar al adulto mayor.
Uno de los ‘héroes’, Wilmer Ramírez, de nacionalidad venezolana, contó que cuando el anciano estuvo a buen recaudo dijo que solo necesitaba refrescarse por el intenso calor del mediodía. También comentó que cuando era niño solía bajar a mojarse en esa parte del río porque en ese entonces era limpio. Según Ramírez, todo lo que expresaba lo hacía con dificultad, pues también aquejaba de un fuerte dolor en el estómago que aparentemente le provocó el ingerir el agua contaminada.
El socorrista improvisado narró que los rescatistas llegaron aproximadamente 15 minutos después de haberse registrado la emergencia. Personal del Cuerpo de Bomberos estabilizó al anciano, quien en ese momento respondió a los nombres de Segundo Paredes, de 85 años. Tras el auxilio que recibió, el adulto mayor fue llevado a una casa de salud para ser evaluado por galenos. (FLC)