UNA SOCIEDAD FRACTURADA

Por: LAURA BENÍTEZ CISNEROS.

El objetivo principal de la participación en los diálogos, con la ciudadanía y el pueblo, es estar seguro de un verdadero cambio en todos los aspectos, tanto económicos, sociales y aún en los políticos. El sendero más corto es el del diálogo, en esta sociedad fractura y de una economía en crisis que es más notoria y la estamos viviendo las zonas de frontera.

Según las conversaciones sostenidas en días pasados, el primer mandatario con algunos invitados y sus ministros, ha mostrado preocupación e interés, a resolver el problema del empleo pero, ¿Cómo se puede solucionar esto? Sí los indicadores económicos son tan bajos y las deudas que mantiene el Estado tan agobiantes, que no va a poder decir en esta contaminación existente, por los múltiples problemas que son de dominio público, la deuda al IESS, la deuda externa e interna, el desgastamiento del Banco Central sin sus reservas, los casos de corrupción, la exagerada inmigración, la delincuencia, etc.

Es un problema que hay que tratar de solucionarlo a corto plazo este financiamiento, poniendo en marcha todas las sugerencias proporcionadas por aquellos expertos en la materia, buscando gente hábil con conocimientos que ayuden a sacar adelante a todos los sectores económicos del país. No imponiendo más impuestos, aranceles, salvaguardias, que afectan la delicada economía de nuestro pueblo.

El Estado debe definir cuál es su papel importante ante el pueblo, la sociedad, con servicios que garanticen confianza, calidad, estabilidad y lo principal transparencia y honestidad.

El fin debe ser, mejorar la estabilidad económica y social del país. Igualando sueldos y salarios, de la burocracia y de los servidores públicos con sueldos exorbitantes que van más allá de los trabajos que desempeñan.