El diabético puede comer de todo con moderación

CONTROL. Con una gota de sangre se mide los niveles de azúcar.. (Foto: Archivo de La Hora)
CONTROL. Con una gota de sangre se mide los niveles de azúcar.. (Foto: Archivo de La Hora)

La comida puede contener carbohidratos, grasas, proteínas, pero en porciones adecuadas.

Al hablar de diabetes hay que reiterar que es una enfermedad crónica, no transmisible que no tiene cura, pero es adquirida principalmente por el estilo de vida, los malos hábitos alimentarios y por falta de actividad física, causantes del sobrepeso y la obesidad.

Es por eso que Johana Ruiz, master en nutrición clínica, recuerda que consumir verduras y frutas, mantener un plan de ejercicios de al menos 30 minutos diarios, beber 8 vasos de agua al día… pueden ayudar a prevenir el desarrollo de esta patología en un 80%, sobre todo cuando hay riesgos y antecedentes familiares.

La Organización Mundial de la Salud determina varios tipos de diabetes: la 1, que afecta a personas que producen muy poca o nada de insulina, generalmente se desarrolla en niños o adultos jóvenes. La tipo II, que representa el 90% de los casos de diabetes y puede ocurrir a cualquier edad, controlable con dieta y ejercicio. Y la gestacional, que se presenta en el embarazo, ocurre en uno de cada 25 embarazos en todo el mundo.

Régimen sano

El diagnóstico de diabetes es recibido con angustia y temor por las personas afectadas, porque aún se mantiene el tabú de que deberán dejar de comer todo lo que les gusta, señala la experta. Agrega que en realidad el paciente diabético necesita todos los grupos alimentarios: carbohidratos, grasas, proteínas y por lo tanto puede ingerir de todo, sin dejar lo que le gusta, pero en proporciones adecuadas.

Para preparar una dieta balanceada se requiere de una valoración individual del paciente para saber lo que necesita de acuerdo con la edad, el nivel de actividad y los gustos alimenticios y, en consenso con el médico o nutricionista, determinar las porciones y cada qué tiempo comer.

El arroz, la papa, el pan, todas las frutas como las uvas, el mango o el plátano, la fritada y otros platillos están en el régimen del diabético, pero en porciones moderadas y no todos los días, para lo cual el médico ayudará en las cantidades y con qué frecuencia.

Algo importante -dice Ruiz-, a la fruta hay que comerla para obtener de ella toda su fibra, y no consumirla en jugo.
Lo que sí se prohíbe completamente -según la especialista- es la ingesta de bebidas dulces (gaseosas, jugos envasados, energizantes), el azúcar, la miel y la panela, que las pueden reemplazar con los edulcorantes. En cuanto a los enlatados y embutidos, es preferible evitarlos por las concentraciones de sal y, más bien, inclinarse por alimentos frescos (legumbres, verduras, frutas).

Las consecuencias

Lo que se busca con una alimentación balanceada, actividad física y actitud positiva es que el paciente y su familia se hagan amigos de la diabetes para que tengan un control adecuado de la misma. La familia es importante, recalca Ruiz. “Todos deben involucrarse en el cuidado general para prevenir la enfermedad en otros miembros, tomando en cuenta que es una entidad hereditaria”.

Reiteró la especialista que la diabetes es una enfermedad prevenible, pero que el sedentarismo o la alimentación no adecuada ha hecho que cada vez se registren más casos y explicó que a escala nacional es la segunda causa de muerte y en Quito es la cuarta.

Lo que provoca esta enfermedad, al no controlarla, es la perdida temprana de la visión, daño renal, pie diabético (amputación de dedo, pie o pierna) y más, concluye la experta. (CM)