La cultura de la pobreza

La pobreza en Ecuador se ubicó en 21,5% en diciembre de 2017, es decir, se redujo en 1,4 puntos. La pobreza extrema se situó en 7,9%, lo que significa 0,8 % menos que en 2016. Se consideró como pobre a una persona cuyo ingreso familiar fue menor a 84,49 dólares mensuales. Un pobre extremo percibió 47,62 dólares. Los datos son del INEC, por lo que pueden calificarse de confiables.

No hay ni en el fondo ni en la superficie motivos para aplaudir. Hace más de medio siglo el antropólogo norteamericano Oscar Lewis, al estudiar los problemas de quienes viven en tugurios y barrios urbanos, formuló el concepto de ‘cultura de la pobreza’. Según él, la pobreza crea rechazo a las autoridades, empezando por los gobiernos no importa cuál sea ideología.

A las iglesias las ven con desconfianza, en particular sus las promesas de una vida plena por venir. La dura realidad que enfrentan quienes están sumidos en la pobreza y la pobreza extrema requiere soluciones más palpables. Ambos grupos viven el presente y el futuro no está en su horizonte vital. La cultura de la pobreza también tiene como ingredientes la impotencia y la exclusión, la baja autoestima y el desarraigo social.

El informe devela el problema, pero la solución está en manos del resto de la sociedad, empezando por el gobierno y el Estado que encabeza. No solo dar casas y empleo, lo cual es un primer paso, sino extirpar el aislamiento y la desconfianza de este sector de nuestra población. Es trabajar, con hechos, por su superación material y espiritual. Ese es el cambio necesario, para ser una sociedad realmente inclusiva.


Es difícil hacer a un hombre miserable mientras sienta que es digno de sí mismo”. Abraham Lincoln. Abogado, político y orador estadounidense (1809-1865)La corrupción es un mal inherente a todo gobierno que no está controlado por la opinión pública”. Ludwig von Mises. Economista y filósofo social austríaco (1881-1973)