Alfredo Espinosa, el actor y el ‘sí’ para las 7 preguntas

ENTREVISTA. Es actor ecuatoriano de teatro y cine.
ENTREVISTA. Es actor ecuatoriano de teatro y cine.

Desde su formación antropológica y teatral, reflexiona sobre la consulta popular en la coyuntura. Sus razones para apoyarla.

Alfredo Espinosa Cordero es uno de los actores ecuatorianos más respetados y conocidos por el público por su participación en teatro, cine y televisión. También ha escrito sus propias obras. Es un apasionado de la actualidad política ecuatoriana, sobre la que ha reflexionado durante toda su vida. Hoy, medita sobre la consulta popular.

¿Qué llevó al país a una consulta popular?
La razón central es la evidente desinstitucionalización. Por otro lado, la corrupción, que es una espantosa herencia histórica que no hemos podido superar. Por estas causas, aunque haya otras, resulta que todo el tiempo tenemos que estarle consultando al pueblo todo. La consulta popular no es más que otra forma de expresión democrática. Vivimos una inestabilidad política, pese a lo que somos y dónde estamos, bastante pacífica, es un país en calma. Además, es un laboratorio político sobre cómo funcionan los flujos del poder.

¿Con la consulta se legitima el Gobierno?
La consulta es una fórmula de ratificación política a la salida de una crisis, la crisis de un Régimen que se ha instalado en medio de unas contradicciones no resueltas. En medio de todo eso está toda la bronca sobre la reelección. Entonces, la consulta es una fórmula de pacificar las cosas y darle al Presidente unas garantías para poder gobernar los próximos años sin proyecto ideológico, político y económico.

¿Las preguntas resolverán la crisis institucional?
Mi impresión es que todas las preguntas son importantes, pero son tibias. Si al Presidente le llegaron más de 700 propuestas tenía que haber notado que el problema es más grave. Quedaron temas afuera, no se ha tocado el económico. Si bien yo pienso apoyar la consulta y de hecho apoyar todas las preguntas, porque tienen trascendencia, creo que las preguntas pudieron haber llegado mucho más lejos.

Entonces, ¿por qué va a votar Sí en todas?
Porque es una consulta que apela a temas sensibles. En este estado de situación, que alguien me diga que va a haber una posibilidad de negarles a los corruptos que trabajen en el servicio público, de que a las empresas que han hecho trampa se les va a negar volver a contratar con el Estado, que se les va a quitar su patrimonio mal habido, es algo que me toca emocionalmente porque me acerca al fin de la corrupción. Que me digan que en el Yasuní van a reducir en 50 mil hectáreas la posibilidad de destrucción del bosque me toca emocionalmente.

¿Le toca emocionalmente la reelección indefinida?
Por su puesto, porque la política, el desarrollo económico y social tienen ciclos. Más allá de entrar en la discusión de cuán largos son, lo cierto es que la eternización en el poder es el primero y el más poderoso de los enemigos de la democracia. Que no exista la reelección indefinida garantiza que ningún político va a entrar a la política creyéndose dios de entrada, por el hecho de ganar una votación. La gente lo único que está haciendo es encargarle, ni siquiera el poder, sino la administración de los recursos que tiene el Estado para la organización de la sociedad.

Entonces, el pueblo no tiene derecho a elegir sus líderes cuantas veces quiera.
Ese es un argumento que está directamente relacionado con el deseo, la ambición y el ardor de quienes confunden el servicio público y la democracia con la acumulación del poder. El Estado ni comienza ni acaba con una persona. No comprender que hay un desarrollo de esas instituciones que lo que hace es frenar las posibilidades de acumulación del poder, es no comprender la historia.

¿Qué piensa de la eliminación de la Ley de Plusvalía?
Hablan de la reactivación de la construcción. A mí eso me parece que no es suficientemente poderoso. Me mueve, sin embargo, porque de uno u otro modo las limitaciones a la posibilidad de acumulación de la riqueza y el capital no deberían ir por las vías planteadas por la Ley de Plusvalía sino por otro tipo de regulaciones de los flujos económicos, políticas del Estado. Con esa Ley hay un perjuicio a la libertad del individuo de vender sus bienes.

¿Cómo ve la no prescripción de los delitos sexuales?
Me mueve emocionalmente y no por lo ocurrido el último año con las denuncias espantosas de abuso sexual, sino porque en este país hay componentes culturales grosos, sobre los cuales no se ha trabajado, que están relacionados con la comprensión cultural que tenemos aquí de la institución de la familia. En el fondo, se necesita legislar alrededor de un problema y un fenómeno cuya gravedad es enorme y que en este caso, ciertamente, tiene que ser punitiva. En realidad, cualquier delito sexual es monstruoso. Pero el debate es mucho mayor: ¿se va a seguir jugando a la idea de que gente que es capaz de cometer un delito sexual podría retornar a la sociedad después de pagar su pena?

¿Cuál es la pregunta principal?
Para mí es la del Consejo de Participación Ciudadana. La institucionalización de la participación ciudadana es un concepto fascista, por principio. En todo caso, me parece que el hecho de la elección de los nuevos consejeros vía un mecanismo de elección universal es considerablemente más democrática que los procesos que están planteados en la actualidad. Espero que eso de alguna manera les lleve a los titulares de ese nuevo poder a plantearse una refundación de los principios de esta institución y una limitación de este quinto poder en sus atribuciones. Hay que pensar pregunta por pregunta, yo lo hice y voy a votar ‘Sí’. Espero que este país algún rato pueda cambiar. (MMD)

FRASES

Que me digan que en el Yasuní van a reducir en 50 mil hectáreas la posibilidad de destrucción del bosque me toca emocionalmente”.La eternización en el poder es el primero de los enemigos de la democracia”.

La institucionalización de la participación ciudadana es un concepto fascista”.