Eric de Bont brindará talleres en Quito

Holandés. Días atrás impartió cursos en Galápagos. Llega a Quito por segunda ocasión.
Holandés. Días atrás impartió cursos en Galápagos. Llega a Quito por segunda ocasión.

El reconocido clown llega con dos talleres a Quito. Habrá funciones de clausura.

Eric De Bont está en el mirador del Itchimbía. Dada su alegría es fácil advertir que el buen humor supera a las tablas: De Bont, sin actuación alguna, es alegre dentro y fuera del escenario.

El frío de Quito, tras días previos de talleres en Galápagos, lo obligan a usar un poncho y una boina. “Me veo más enano con esto”, dice con una sonrisa, mientras estira sus brazos que se pierden dentro del poncho. “Soy un holandés enano”, pronuncia con su español cargado de zetas.

EL DATO
Los talleres serán en el Centro Cultural Itchimbía.No es enano, pero sí bajito. También podría decirse que es un ‘holandés errante’, porque recorre el mundo con la Bont´s International Clowns School para dar sus clases. “A mucha gente le resulta difícil ir a Menorca –donde está la sede de la escuela-, por lo que llevamos 10 años visitando países. Empezamos por México y el año anterior llegamos a Quito”, explica.

La Corporación Humor y Vida, con el apoyo de la Secretaría de Cultura del Municipio de Quito, ha sido el enganche para la llegada del afamado clown a la capital para dar sus talleres: ‘Clown básico’, del 22 de enero al 2 de febrero, y ‘Creación clown’, del 5 al 16 de febrero. El día final de cada ciclo tendrá lugar la presentación de los talleristas en el Teatro Capitol con entrada libre (19:30).

Sobre sus expectativas en este segundo año de enseñanzas en Quito, De Bont dialogó con La Hora.

En un mundo donde las artes visuales ganan terreno, ¿qué lugar ocupa el clown?
Veo que en Europa y Latinoamérica hay un movimiento fuerte de clown, sea de calle, circo u hospital. Por eso recorremos el mundo. Desde el año pasado llegamos a Ecuador y llenamos cuatro cursos. Eso te demuestra el interés. Ahora venimos de Galápagos y nos encontramos con gente muy entusiasmada por el clown de hospital, por lo que me arrodillo para dar gracias. Un grupo de jóvenes tiene este sueño y pese a no contar con tablas no se apaga. El clown gana terreno también en el público, que disfruta de las presentaciones. Como ves, el clown tiene su lugar e interés en el mundo.

La Corporación Humor y Vida y la Asociación Uniendo Fuerzas Formamos Futuro han sido el enganche para su llegada a Quito y Galápagos, respectivamente. ¿Cuánto ayuda el trabajo interinstitucional entre colectivos?
Ellos son nuestro puente. Estos colectivos y fundaciones son las que permiten llegar a un país y poder trabajar. Tras 10 años de venir por Latinoamérica, crece el deseo de formar una escuela más estable. Estas instituciones nos permiten conocer las políticas culturales de cada lugar, cómo movernos para dar nuestros talleres y cumplir el sueño de formar un escuela en Quito, algo que vemos muy cercanos y Humor y Vida es nuestro canal para aquello.

Con algunas experiencias en Ecuador, ¿cuál es su evaluación sobre el trabajo de clown en el país?
Uff, muy bueno, hay unos genios. No quiero exagerar… Mira, no es un grupo grande, grande; pero la gente es muy, muy buena. Ecuador tiene un alto nivel, por eso queremos trabajar acá.

Ud. es también fisioterapista. También su visita coincide con la llegada de Patch Adams y cuenta el interés en jóvenes de Galápagos por el clown de hospital. ¿Cuál es su reflexión sobre esta rama?

TOME NOTA
Más información e inscripciones al 0987222061 [email protected] Como todo campo del mundo clown, se debe tomar con seriedad. Quizás, con mucha más seriedad. Lo que pasa es que implica otros recursos y debe tener un entrenamiento pues debe tratar con doctores que aman u odian al clown. Fuera de ello, también está el saber cómo trabajar con cada paciente. Un niño recién operado no puede reírse por su herida, entonces deberás hacer un trabajo más poético, por ejemplo. Debes trabajar el nivel de energía, porque ir de una habitación a otra demanda de otras necesidades.

Siempre cierra sus talleres con una función. Más allá del espectáculo, ¿qué se debe valorar?
Más allá de una presentación, buscamos compartir la experiencia. Mira, en Galápagos no dimos en sí una función, pero se pudo ver lo que implica el clown en una casa abierta. Igual, pienso que la primera presentación en el Capitol (Teatro) será una clase abierta y tras el final del taller de ‘Creación’ se trabajarán unos 16 números. La idea es compartir el trabajo.

¿Al arte gestual hay que entenderlo como un lenguaje universal o como la capacidad de develar lo que no le alcanza a la palabra?
Mira, hay clowns que hablan y otros son solamente como Mr. Bean, y otros no hablan. Nosotros trabajamos muy fuerte en el no actuar al clown, es decir, en desnudarte, ser lo más transparente posible y no mentir. Hay que evitar las paredes de defensa para compartir las emociones, y eso no compartes por gestos actuados, sino con tu cuerpo. Tú debes rescatar tus sentimientos y transmitirlos. No se trata de actuar, se trata de sentir y canalizar para llevarlo al clown para que fluya en el movimiento. Hay que poner el corazón en el escenario. (DVD)