Si la tierra o las heces forman parte de la dieta de tu perro, puede tener alguna deficiencia.
Cuando las mascotas, especialmente los perros, empiezan a comer heces, hierbas, pintura de las paredes, tierra… en la mayoría de los casos se debe a carencias nutricionales, es decir a la falta de vitaminas y minerales que están ausentes en la alimentación balanceada que se les proporciona. En este contexto, la solución es la suplementación nutricional, señala el cirujano veterinario Carlos Martínez.
El docente de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Universidad Central del Ecuador indica que este comportamiento debe ser tratado por el médico especialista y que la administración de vitaminas y minerales permite una mejoría en el lapso aproximado de un mes. Sin embargo, también hay perros “malcriados” que ingieren lo que no deben, aunque no tengan ninguna deficiencia. Para corregir esa situación se recomienda entrenamiento en manos de un etólogo (experto en comportamiento animal).
Entonces, el comer tierra, heces, piedras, pintura de las paredes o cuando lamen las tuberías puede ocasionar -dice Martínez- problemas de salud con intervenciones quirúrgicas. Es por esto que el médico hace un llamado a los dueños de canes a estar pendientes de su comportamiento y de su aspecto físico.
¿Por qué comen sus heces?
Cuando el perro olfatea sus propias heces y, con esto, también la presencia de minerales, les resultan apetecibles y las vuelven a ingerir; es porque hay ausencia de alguna proteína.
Pero esta anormalidad también puede deberse a una sobrealimentación, menciona Martínez. Es decir que si el can recibe una sobredosis de comida, lo más probable es que su metabolismo no absorba todos los nutrientes y componentes del alimento y los deseche a través de las heces. “Entonces cuando huele siente esta presencia de nutrientes en las heces y simplemente se las come” y con ello vuelve a ingerir los parásitos y se da una especie de “reparasitación”.
Todo esto puede originar problemas gastroentéricos, que desencadena en diarreas. Y aunque no es algo de vida o muerte, requiere de la atención del veterinario para suplementar adecuadamente.
Este trastorno también puede estar originado por una respuesta al estrés en animales que pasan mucho tiempo solos y tienen escasa interacción social. En el caso de las perras, cuando son madres, no se trata de ningún trastorno, lamen de manera natural las materias fecales de sus cachorros para limpiarlos.
Pon atención
El primer signo de un paciente que tiene carencia de minerales y vitaminas no es que se coma las cosas antes mencionadas, sino más bien que presente pelo opaco, caída abundante de su pelaje, resequedad, descamación o problemas dérmicos constantes.
Ante estas situaciones, debes acudir al médico veterinario, el que por obligación y profesionalismo debe realizar una evaluación general, aplicar vacunas y desparasitar si es que le faltara al animal.
Y si, caso contrario, está al día en sus controles y vacunas, entonces se emprende en la investigación y análisis para saber las consecuencias de la situación de salud de la mascota e iniciar el tratamiento lo más temprano posible para tener resultados. (CM)
El pasto les ayuda
° Cuando el perro tiene problemas gastrointestinales o molestias (cólicos, ardor, dolor, problemas para evacuar…) come pasto (hierba) en busca de mejorar su digestión.
“Normalmente lo hacen para purgarse cuando tienen problemas parasitarios” asegura el veterinario Carlos Martínez.
Consecuencias
En la salud
° Cuando comen piedras se puede obstruir el sistema digestivo y terminar en una cirugía.
° La pintura contiene plomo, si la ingesta es elevada, puede haber intoxicación y podría llegar a tener problemas gastrointestinales.