Isinche

MIGUEL ÁNGEL RENGIFO ROBAYO

El espacio intersticial festivo, las denominaciones de la ritualidad, la fiesta de reyes o el Pase del Niño antaño se celebraban hasta la penúltima semana de enero muy comúnmente en la serranía ecuatoriana y en distintos tiempos; el niño Manuelito, como así desde la colonia denominaban los indígenas al Dios con Nosotros EMMANUEL, tiene sus manifestaciones en nuestra zona, tal es el caso particular de la fiesta de Reyes en las comunidades de Pujilí donde prevalecen los personajes entorno a la imagen del Niño de Isinche.

En la Hacienda de Isinche Grande se da la adoración al Niño, reyes magos, caporales, payasos, y loas se concentran en el Santuario ubicado al sur de Pujilí, se concentran decenas de priostes acompañados de grupos de danza y personas vestidas de payasos, negros, ángeles y reyes; estos grupos viajan desde distintas comunidades, tanto aledañas como distantes para replicar la tradición que durante decenas de años ha prevalecido en un sincretismo religioso entorno a la natividad.

Hacia 1742, cuenta la leyenda, se encontró la figura tallada en madera por los indígenas que trabajaban en la hacienda Isinche Grande, propiedad de Bolívar León. Él está a cargo de la custodia de la imagen y guarda cientos de trajes elaborados con telas finas y encajes de colores con las que viste al Niño cada año para las fiestas.

En la hacienda a inicios del siglo XVIII un mular que transportaba un fardo de lana se acostó y no quiso seguir el camino, el arriero retiró el bulto del lomo del animal y lo abrió: encontró la figura tallada en madera del Niño; esa misma noche, el propietario de la hacienda tuvo un sueño, una revelación: se le apareció la figura de Jesús y le dijo que quería quedarse y que construyera un templo.

Así fue, en la parte alta de Isinche se encuentra la casa del general Leonidas Plaza, una réplica de una mansión francesa; tras el terremoto de Pujilí, en 1996, quedó casi en ruinas, Don Bolívar trabajó en su restauración, así como en la del templo, este espacio se ha convertido en el lugar de encuentro de miles de feligreses y comunidades que celebran la imagen en día de Reyes como en la celebración de Corpus Cristi, encuentro tradicional y religioso.